Cuando un estado decide no sólo sumarse a una política nacional, sino hacerlo con visión, compromiso y voluntad de transformación, vale la pena destacarlo. Así ocurre con Quintana Roo, que es uno de los estados que firmó su adhesión a la Política Nacional de Ciencia, Tecnología, Humanidades e Innovación, lo que significa una apuesta por el conocimiento como base del bienestar social.
En tiempos en los que la inmediatez parece imponerse, Quintana Roo mira hacia el futuro. Y lo hace desde un lugar privilegiado: su biodiversidad, su riqueza natural, su juventud y su vocación turística lo colocan como un laboratorio vivo para el desarrollo sostenible, la innovación y la investigación con enfoque social. No se trata de competir en tecnología por competir, sino de transformar vidas a través del conocimiento.
Este tipo de acuerdos, firmado junto con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt), es prueba de que no se limita a discursos abstractos. El enfoque es claro: democratizar el acceso a la ciencia, romper con las brechas regionales, y hacer que la tecnología sirva al pueblo y no sólo a los sectores privilegiados.
La gobernadora Mara Lezama lo ha expresado con claridad: "La ciencia debe dejar de ser un asunto de élites para convertirse en una herramienta de transformación social." Y esa frase bien podría resumir el espíritu de este nuevo capítulo en la historia educativa y científica del estado.
Con esta adhesión, se abre la puerta para impulsar proyectos estratégicos en salud, energía, cambio climático, educación y tecnologías aplicadas al turismo, al medio ambiente y a la seguridad. También significa más oportunidades para jóvenes investigadores, para las universidades locales, y para comunidades que antes eran ajenas a estos temas.
Quintana Roo no sólo busca ser potencia turística. Hoy se proyecta como un territorio de pensamiento, innovación y soluciones. Y eso es profundamente transformador.
En un país que aspira a convertirse en potencia científica, contar con estados comprometidos, organizados y con liderazgo como el de Mara Lezama, hace la diferencia. Porque el verdadero desarrollo no es el que crece en cifras, sino el que se construye con conocimiento, justicia y visión de largo plazo.
La ciencia también es territorio. Y desde aquí, desde el sureste mexicano, ya se empieza a escribir un futuro distinto.
El saque final: La pasada audiencia pública, efectuada en Bacalar, ha sido una de las más emotivas. La boda civil entre Estefannie y Luis fue un suceso inesperado y que, sin duda, le dio un toque especial a este encuentro con la gente por parte de la gobernadora Mara Lezama. Ahí en Bacalar, por cierto, se disparan los números en materia turística y eso es una buena noticia. El presidente municipal, José Alfredo Contreras Méndez, se reporta listo para que en unos días se lleve a cabo la Cabalgata Federada, evento que siempre llama la atención… Nos leemos la próxima semana.