En México, la violencia contra las mujeres ha sido una tragedia persistente y silenciada.
Hace unos días se marcó un parteaguas con la creación de la Red Nacional de Abogadas de las Mujeres, impulsada por Claudia Sheinbaum y respaldada por Gobiernos como el de Quintana Roo.
La gobernadora Mara Lezama fue la primera en sumarse a esta estrategia nacional, con su firme compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres.
La red contempla 15 abogadas especializadas y cinco psicólogas profesionales ya incorporadas en territorio quintanarroense.
Como lo ha dicho la propia presidenta Sheinbaum, "las mujeres tienen derecho a vivir libres de violencia y a recibir justicia con dignidad”.
Mara Lezama ha sabido interpretar con claridad este momento histórico. En su Gobierno, la lucha contra la violencia de género es una política pública con estructura, con personal capacitado, presupuesto y voluntad interinstitucional.
La gobernadora no sólo respaldó la incorporación de Quintana Roo a esta red nacional, sino que también instruyó a la Secretaría de las Mujeres del estado, encabezada por Esther Burgos, a iniciar inmediatamente con el despliegue territorial, la atención inmediata y el acompañamiento digno a quienes lo requieran.
La coordinación entre la secretaría estatal y la Federación, particularmente con Citlalli Hernández, ha permitido consolidar un primer bloque de atención que incluye también la habilitación de la línea 079 (ya activa en la entidad).
Desde ahí, cualquier mujer podrá recibir orientación jurídica, canalización y protección, sin costo y sin necesidad de intermediarios.
En un estado con las características sociales, económicas y turísticas de Quintana Roo, donde conviven realidades complejas, como la migración, la hacinación en viviendas que nunca debieron haber existido como Villas Otoch Paraíso (entre otras) así como la violencia doméstica, esta respuesta no puede ser más oportuna. Y sobre todo, no puede ser más urgente.
Cuando una mujer denuncia una agresión y es atendida por una abogada que conoce el marco legal, y que además la escucha sin prejuicios, la acompaña sin burocracia y la representa con convicción, se abre una posibilidad real de justicia.
Esto es precisamente lo que la red nacional busca, devolverle a la mujer violentada no sólo su voz, sino también la confianza en las instituciones del Estado.
Quintana Roo no parte de cero. El estado ha trabajado en consolidar los Centros de Justicia de Cancún, Playa del Carmen y Chetumal (y proximamente el de Tulum).
El respaldo institucional no reemplaza la experiencia de la víctima, pero puede marcar una diferencia en su camino.
Durante décadas, el miedo y la impunidad han sido parte del día a día de muchas mujeres en México.
Miedo a denunciar, a no ser escuchadas, a ser revictimizadas. Por eso, contar con una red de abogadas que trabajan con sensibilidad, técnica jurídica y compromiso ético, representa una transformación profunda.
La presidenta Sheinbaum ha puesto en marcha un paquete de reformas que buscan la igualdad sustantiva como obligación del Estado, cerrar la brecha salarial de género, crear fiscalías especializadas y un Registro Nacional de Medidas y Órdenes de Protección de las Mujeres, Adolescentes, Niñas y Niños para prevenir actos de violencia.
Todo ello forma parte de una visión integral, que la gobernadora Mara Lezama ha adoptado y traducido en acciones para Quintana Roo.
Aquí será clave el papel de los municipios, del Poder Judicial, de las fiscalías, de la sociedad civil, de la iniciativa privada. Se necesita una sinergia permanente entre todas las instancias y todos los sectores.
En Quintana Roo, las mujeres saben que ya no están solas frente a la violencia ni frente al sistema.
Hoy saben que tienen una red que las acompaña, que las respalda, y que lucha con ellas.