Familiares, amigos y agremiados de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) dieron el último adiós a Mario Machuca Sánchez, su líder sindical, asesinado el pasado lunes por la tarde en Cancún.

El cuerpo del dirigente llegó alrededor de las 2 de la madrugada a la funeraria Jardines de Paz, donde ya lo esperaban cientos de personas.

Desde tempranas horas del martes comenzaron a llegar coronas y arreglos florales enviados por empresarios, políticos, autoridades y sindicatos. A las 14:00 horas, el cortejo fúnebre partió hacia el panteón “Jardines de Paz”, donde descansarán sus restos.

Luto en la comunidad sindical

El ambiente en la funeraria fue de profundo dolor, tristeza e incredulidad. Las muestras de afecto y reconocimiento a la trayectoria de Mario Machuca fueron constantes durante su velorio. Muchos de los presentes lo recordaron como una figura clave en la defensa de los derechos laborales en Quintana Roo.

“Don Mario nos ayudó a encontrar empleo y salir adelante. Mi familia siempre estará agradecida”, expresó Alejandro Cabrera, trabajador del sector gastronómico.

Exigen que el crimen no quede impune

Compañeros sindicales, delegados y trabajadores coincidieron en que Machuca deja un legado importante para el sindicalismo en el estado. Reconocieron su capacidad para vincularse con la clase política sin perder de vista el bienestar de los agremiados.

“El líder supo ganarse el respeto de todos. Nunca negó una ayuda. No entendemos por qué lo asesinaron así”, señaló Abel Rodríguez, delegado sindical de un hotel.

Las exigencias de justicia se escucharon una y otra vez. Los asistentes pidieron que las autoridades investiguen a fondo el crimen y den con los responsables.

Llamado a las autoridades

La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, afirmó que este caso no quedará impune y pidió a la Fiscalía del Estado llevar a cabo una investigación exhaustiva.

Por su parte, el dirigente nacional de la CROC, Isaías González Cuevas, solicitó directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, al fiscal general Alejandro Gertz Manero y a la propia gobernadora, garantizar que el crimen no quede sin resolver.

El asesinato de Mario Machuca representa no solo una pérdida para el sindicalismo, sino también un llamado urgente a frenar la violencia y proteger a quienes defienden los derechos laborales.