La gentrificación avanza en Cancún y amenaza con transformar barrios tradicionales como Donceles 28. El aumento del valor del suelo y la llegada de compradores con alto poder adquisitivo ponen en riesgo de desplazamiento a familias de bajos ingresos, según advierte el presidente del Consejo de Valuadores de Quintana Roo.
Aumento de precios en zonas clave de la ciudad
Este fenómeno también se observa en el centro, la Zona Hotelera y los corredores Colosio y Huayacán. En estas áreas, las rentas han subido entre 10% y 20%, mientras que el costo de la vivienda ha aumentado hasta un 30%, dificultando el acceso a un hogar para la población local.
La presencia de compradores, en su mayoría extranjeros, presiona al alza el mercado inmobiliario en zonas céntricas, turísticas y cercanas a la playa, donde el acceso a servicios públicos incrementa aún más los precios.

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Expansión urbana desordenada y retos para la movilidad
El crecimiento de Cancún avanza hacia la periferia de forma desordenada. Muchos de los nuevos asentamientos carecen de servicios básicos y obligan a los trabajadores a recorrer largas distancias para llegar a sus empleos.
Regeneración urbana: oportunidad y riesgo
En este contexto, los proyectos de regeneración urbana, como el que se desarrolla en la colonia Donceles 28, surgen como una alternativa para revitalizar zonas consolidadas.
El plan incluye edificios de hasta cuatro niveles con usos mixtos y servicios sustentables, sustituyendo terrenos abandonados y buscando reforzar la seguridad vecinal. Ya se han construido al menos 15 inmuebles bajo este enfoque.
Sin embargo, algunos sectores académicos, urbanistas y vecinos alertan que este tipo de transformaciones pueden acelerar la gentrificación si no se acompañan de políticas de vivienda asequible y medidas de protección social para los habitantes originales.
Equilibrio entre modernización e identidad
Expertos del Colegio de Urbanistas señalan que el desafío no solo está en mejorar la imagen y la infraestructura, sino también en preservar la identidad y el tejido comunitario de los barrios históricos. De lo contrario, existe el riesgo de que se conviertan en enclaves exclusivos, ajenos a la realidad social de Cancún.
Por ahora, Donceles 28 se mantiene como un experimento urbano híbrido, que combina innovación y herencia comunitaria, y que pone a prueba los límites entre la regeneración y la gentrificación en una ciudad que busca un crecimiento con justicia territorial.