La psicóloga Tania Karenina Galera Gómez, extrabajadora del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), denunció un presunto acto de intimidación en su contra tras haber hecho público ーla semana pasadaー, un caso de acoso sexual y hostigamiento laboral dentro de la institución.

La noche del miércoles, personas desconocidas forzaron una ventana de su vivienda en Chetumal y sustrajeron su computadora, un teléfono celular y documentos personales.

“Esto no fue un robo cualquiera, vinieron por información”, declaró la psicóloga, quien advirtió que teme por su seguridad y la de su familia.

Antecedentes del caso de coso en el SESESP

Galera Gómez aseguró que en junio de 2024 fue despedida de manera injustificada tras negarse a insinuaciones sexuales y presiones ejercidas por el entonces coordinador general del SESESP, identificado como Ricardo “N”.

De acuerdo con su testimonio, el acoso en el SESESP inició con “bromas” de carácter sexual y derivó en hostigamiento, amenazas e intentos de obligarla a renunciar.

Pese a haber iniciado procesos legales y denuncias laborales, señaló que hasta la fecha no ha recibido respuesta clara de las autoridades.

Funcionarios señalados

Tras el allanamiento, la psicóloga responsabilizó al actual titular del SESESP, Adrián Martínez, así como a su exjefa inmediata, Virginia Cabrera Ramírez, a quienes acusó de manipular procesos judiciales y administrativos. También mencionó a otros funcionarios: Edson N., Rodrigo Marín Guillén, Zuleima Newel Vargas, Guillermo Vera Kong, Angélica Villalvazo González y Eliel Arias Ávila, este último señalado de ocupar su antigua plaza.

Reiterados allanamientos

No es la primera vez que ocurre un hecho similar. En diciembre de 2024 también irrumpieron en su vivienda y sustrajeron una laptop, dejando a la vista otros objetos de valor.

“No me dejen sola”

La afectada consideró lo ocurrido como un mensaje de amedrentamiento para silenciar sus denuncias contra casos de violencia y corrupción dentro de las instituciones públicas.

“Estoy más preocupada por mi integridad que por la laptop. Lo que se llevaron son mis herramientas de trabajo, pero lo más grave es el mensaje: saben dónde vivo y hasta dónde pueden llegar”, expresó.

Finalmente, hizo un llamado a la sociedad a no dejarla sola:

“No es fácil alzar la voz, porque quienes lo hacemos llevamos las de perder. Pido que no me dejen sola, porque mi vida y la de mi familia están en riesgo”.