El tiempo sigue transcurriendo y Guillermo Ochoa Magaña, guardameta mexicano y el primero en su posición en jugar en “El Viejo Continente”, sigue sin concretar con algún equipo, aunque todo parece indicar que lo hará con un cuadro de la Segunda División de España; sin embargo, no hay nada oficial y este lunes se cierra la ventana de transferencias.
El portero de la melena rizada está cerca de su adiós pues, a sus 40 años de edad, no se pudo acomodar en algún equipo de Primera División en Europa a pesar de que se ofreció en varias ligas ajustando su sueldo a mucho menos de la mitad de lo que la temporada pasada percibía.
Esto, sólo con el objetivo se llegar al sexto mundial y ser el único mexicano en la historia en lograrlo a fin de trascender y dejar un legado difícil de superar; pero tal parece que su obsesión no lo deja ver que su tiempo ya pasó, que la gloria ya no está al alcance, y que es tiempo de las nuevas generaciones y ceder un lugar en la Selección Mexicana.
Lo anterior lo hubiera dejado ante los ojos de los mexicanos como un jugador centrado, realista y para nada egoísta; en cambio, busca el sexto mundial a toda costa, situación que daría un giro en caso de no buscar acomodo y, en vez de retirarse con honor, se vería obligado a colgar los guantes a la fuerza al quedarse sin equipo.
Siendo realista y conociendo cómo se ha movido Ochoa en su carrera, seguro tendrá un as bajo la manga pero, ¿sería este suficiente para una jugada maestra?, pues un equipo de Segunda División no es más importante que cualquiera de la Liga MX a los cuales se dice que rechazó por su necedad (de acuerdo a quienes lo conocen) de quedarse en Europa. Esto lo apartaría de convocatorias y, eventualmente, del Mundial 2026.
Y aclaro, soy americanista y defensor de Ochoa siempre, por lo que lo anterior no quiere decir que no reconozca sus logros; sobre todo sus actuaciones en los últimos mundiales, en los que fue figura y parte medular de lo poco o mucho conseguido por la Selección Nacional; sin embargo, el tiempo del adiós está cada vez más cerca.
Nos leemos el próximo lunes y no olviden echar… La Cascarita.