Arrecife artificial en Cozumel.
La existencia de un supuesto arrecife artificial denominado Villablanca es uno de los factores que frena la aprobación de la MIA del proyecto de construcción de un megapuente en Cozumel. Credit: Especial.

El futuro de los cruceros en el Caribe

La industria de cruceros atraviesa una transformación acelerada. A partir de 2026, los nuevos barcos serán 12% más largos, 67% más anchos, 78% más pesados y con capacidad para 72% más turistas que los actuales.

Este crecimiento obliga a los principales puertos del Caribe a modernizar su infraestructura si quieren mantenerse en el mapa de las grandes navieras.

El proyecto de un nuevo muelle en Cozumel

En 2020, Muelles del Caribe inició la planeación de un nuevo muelle en Cozumel, el primero en la isla diseñado para recibir a los futuros mega buques.

El plan contemplaba una inversión superior a 2,000 millones de pesos y prometía ser un parteaguas para el turismo local. Sin embargo, la compañía anunció recientemente la suspensión del proyecto, a la espera de condiciones más propicias y de la resolución de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), otorgada el 7 de diciembre de 2021.

Presión de grupos ambientalistas

La reapertura del expediente ambiental surgió tras denuncias de cinco organizaciones ecologistas, que señalaron la existencia de un supuesto “arrecife artificial” denominado Villablanca. No obstante, este arrecife no figura en registros oficiales ni científicos.

Los activistas ya habían perdido juicios en tribunales federales en Quintana Roo y Veracruz, donde se concluyó que no demostraron interés jurídico ni la existencia del arrecife.

A pesar de ello, integrantes del Grupo CEMDA solicitaron nuevamente la suspensión del proyecto, aunque expertos consideran su petición improcedente por repetitiva y extemporánea.

El factor político y económico en la disputa

En los últimos meses, legisladores del Partido Verde como Karen Castrejón, Carlos Puente y Renán Sánchez Tajonar se sumaron a la oposición al muelle, asegurando incluso que carecía de permisos. Su postura elevó el conflicto a un nivel político.

También participa Sand Dollar Sports, empresa propiedad del estadounidense John Flynn, que opera en la playa Villablanca.

La compañía ofrece experiencias de “restauración coralina” a turistas por hasta 250 dólares, utilizando estructuras metálicas corroídas y trasplantes fallidos de algas como atractivo. Además, ha reconocido financiar a grupos ecologistas que se oponen al muelle, lo que revela un interés directo en frenar el proyecto.

Competencia regional: un riesgo para Cozumel

Mientras Cozumel enfrenta incertidumbre, destinos como Gran Bahama, Honduras y Belice avanzan con alianzas público-privadas y marcos normativos claros para levantar megamuelles. Se espera que la industria de cruceros genere 1,600 millones de dólares en derrama económica a partir de 2026 en la región.

Actualmente, Cozumel recibe 4.6 millones de pasajeros anuales, con picos de saturación de martes a viernes. Sin embargo, sus tres terminales y tres muelles no están preparados para barcos de más de 360 metros de eslora.

Si la isla no moderniza su infraestructura, las navieras podrían redirigir sus rutas hacia puertos mejor equipados, lo que pondría en riesgo el liderazgo de México en el turismo de cruceros.