El presidente Donald Trump firmó un decreto para cambiar el nombre del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que ahora volverá a llamarse Departamento de Guerra, decisión que, según él, envía un “mensaje de victoria” y de “fuerza” al mundo.
Departamento de Guerra; regreso al nombre original
Trump estuvo acompañado por el nuevo secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien recordó que la dependencia fue fundada por George Washington tras la independencia en 1789 y que conservó esa denominación hasta 1947, después de la Segunda Guerra Mundial.
“Desde entonces no hemos ganado una guerra importante”, señaló Hegseth, en referencia al cambio histórico que creó el Departamento de Defensa.

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Impacto y costos del cambio
El Pentágono, sede de la dependencia, alberga a más de tres millones de empleados militares y civiles. Según fuentes oficiales, el costo de la operación se conocerá a medida que avance la implementación. De hecho, poco después de la firma, las letras con la leyenda “Department of Defense” fueron retiradas de la fachada del edificio.
Aunque Trump aseguró que enviará el cambio al Congreso, no precisó si necesitará votación legislativa para su aprobación. De momento, la Casa Blanca lo considera una denominación suplementaria.
Poder presidencial y tensiones internacionales
El segundo mandato de Trump se ha caracterizado por ampliar las facultades presidenciales mediante decretos. En meses recientes ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en ciudades opositoras, organizó un desfile militar por su cumpleaños y autorizó un ataque contra una lancha venezolana con presunta carga de drogas, que dejó once muertos y elevó la tensión con Caracas.
“Letalidad máxima” como objetivo
El secretario Hegseth afirmó que el propósito del ejército estadounidense es alcanzar “una letalidad máxima” y dejar atrás lo que calificó de actitudes “políticamente correctas”.
Con esta medida, Trump busca reforzar la imagen de un gobierno fuerte y militarizado, en un contexto de creciente competencia global con potencias como China.