Activistas alzan la voz en Cozumel.
La acción sufrida por una menor desató la demanda de una investigación que descarte la posible existencia de otras niñas violentadas en la base militar. Credit: Especial

Una semana después de la denuncia por presunto abuso sexual contra una niña de nueve años dentro de instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) en Cozumel, 39 organizaciones feministas emitieron un pronunciamiento en el que exigen justicia plena, la aplicación de la pena máxima al presunto agresor y el fin del encubrimiento institucional.

Pronunciamiento dirigido a autoridades

El comunicado, firmado por la asociación Siempre Unidas, colectivos locales y de otros estados, está dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum, a la gobernadora Mara Lezama y a la secretaria de Gobierno, Cristina Torres Gómez.

“¡Justicia para las niñas! Pena máxima para el militar Jairo N y fin al encubrimiento de las instituciones en Cozumel que buscan limpiar el nombre de la Sedena”, señala el documento.

Entre las principales demandas se encuentran: que el proceso se lleve en jurisdicción civil, protección integral para la familia de la víctima y una investigación exhaustiva de la Fiscalía General del Estado para descartar la posible existencia de otras niñas violentadas en la base militar.

El militar, presunto agresor de la menor.

Fin de hostigamiento

Las organizaciones también exigieron el cese del hostigamiento contra los padres, quienes denunciaron haber sido criminalizados y obligados a firmar declaraciones falsas que minimizaban el caso.

En este sentido, pidieron la destitución de funcionarios involucrados en esas prácticas.

Otro punto central del pronunciamiento es la exigencia de una disculpa pública y la renuncia inmediata del presidente municipal de Cozumel, José Luis Chacón Méndez, a quien acusan de revictimizar a la familia y sumarse a la narrativa de encubrimiento institucional.

Organizaciones feministas vigilarán el proceso judicial

Los colectivos advirtieron que lo ocurrido no es un hecho aislado, sino parte de una estructura de impunidad que protege a militares y criminaliza a víctimas.

“La justicia no se negocia: exigimos pena máxima y un juicio civil transparente. La vida y seguridad de las niñas está por encima de los intereses políticos o institucionales”, remarcaron.

Finalmente, las organizaciones feministas anunciaron que mantendrán una vigilancia constante del proceso judicial y no permitirán que el caso quede en la impunidad.