El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 plantea la reducción de recursos destinados a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que recibiría mil un millones de pesos, el presupuesto más bajo en dos décadas, lo que compromete directamente la conservación de más de 1.5 millones de hectáreas bajo resguardo en Quintana Roo, equivalentes al 34 por ciento del territorio estatal.
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Impacto del recorte en la conservación ambiental
La coalición Noroeste Sociedad Civil para la Sustentabilidad Ambiental (NOSSA) advirtió que el recorte equivale a una disminución real del 3% respecto a 2025, lo que significa 34 millones de pesos menos.
Además, la asignación por hectárea protegida ha caído 81 por ciento en los últimos tres sexenios; de aprobarse en el Congreso de la Unión, cada hectárea recibiría apenas 10.22 pesos.
La reducción también alcanzaría a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), con un recorte de 94 millones de pesos (1.2 por ciento menos que en 2024), debilitando la capacidad de inspección y vigilancia en los ecosistemas.
Actualmente, en México existen
- 79 Parques Nacionales
- 57 Áreas de Protección de Flora y Fauna
- 48 Reservas de la Biósfera
- 28 Santuarios
- 15 Áreas de Protección de Recursos Naturales
- 5 Monumentos Naturales
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Quintana Roo, líder en conservación con grandes riesgos
Quintana Roo se posiciona como el estado con mayor superficie conservada en todo México, reconocimiento que obtuvo oficialmente durante el Primer Encuentro Nacional entre autoridades ambientales estatales y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Con apenas alrededor del 10 por ciento del presupuesto local orientado a la conservación directa, expertos advierten que los fondos previstos para la entidad resultan insuficientes para atender presiones crecientes como la expansión inmobiliaria y turística, el sargazo, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
Los efectos serían graves en áreas estratégicas de Quintana Roo como la Reserva de la Biósfera Sian Ka’an, Banco Chinchorro, los Arrecifes de Xcalak y de Cozumel. Estos ecosistemas no solo representan patrimonio natural, sino que funcionan como barreras contra huracanes, reguladores climáticos y sustento económico de comunidades pesqueras y turísticas.
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Voces expertas ante el reto de financiar las Áreas Naturales Protegidas
Aunque el presupuesto estatal para medio ambiente ha crecido en los últimos años, la asignación para conservación sigue siendo mínima. En 2025, de los 359 millones ejercidos por la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), apenas 38 millones fueron destinados al Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas para atender 15 ANP estatales.
Vicente Ferreyra, director de Sustentur, señaló que la insuficiencia presupuestal obliga a buscar fondos internacionales y alianzas con el sector privado, al que llamó a involucrarse más: “El sector empresarial que aprovecha y usa las áreas protegidas debería también luchar por su conservación”.
Por su parte, Arturo González, director del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, subrayó que recortar la protección ambiental pone en riesgo servicios ecosistémicos vitales: manglares, humedales, provisión de alimentos, captura de carbono y mitigación del cambio climático.
La paradoja es evidente: mientras la inversión millonaria fluye hacia megaproyectos y la expansión hotelera, la conservación ambiental permanece relegada. De mantenerse este rumbo, advierten expertos, la misma industria turística que depende de arrecifes, playas y biodiversidad podría convertirse en la más afectada.