La erosión costera en Quintana Roo
Quintana Roo enfrenta un problema crítico de erosión costera que los arrecifes artificiales instalados hasta ahora no han logrado resolver. De acuerdo con Rodolfo Silva Casarín, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, ninguna de estas estructuras es capaz de producir el sedimento necesario para recuperar playas ni proteger la línea de costa.
Las declaraciones se dieron durante la conferencia impartida en el marco del 25 aniversario de la Universidad del Caribe (Unicaribe), donde se presentó un diagnóstico sobre la situación actual y los retos del Caribe mexicano frente a la erosión.

Materiales inadecuados y proyectos fragmentados
El especialista explicó que materiales como geotubos y geotextiles no favorecen la generación de sedimento, lo que limita la dinámica natural de las playas.
Además, advirtió que los proyectos implementados en la región carecen de un enfoque integral:
- Falta de material adecuado.
- Impacto de aguas residuales no tratadas en el mar.
- Ecosistemas debilitados por múltiples presiones.
“Hay que quitar presiones a los ecosistemas que ya están muy frágiles”, señaló Silva Casarín, quien insistió en la necesidad de mejorar la conectividad y usar materiales que permitan a las especies establecerse y crear nuevos sedimentos.

TE PUEDE INTERESAR: Nace tortuga albina en Cozumel y despierta asombro entre especialistas
Quintana Roo pierde hasta dos metros de playa al año
El investigador subrayó que los procesos de erosión en Quintana Roo se mantienen desde hace 15 años, con pérdidas de entre uno y dos metros de playa por año, dependiendo de la región.
Una de las causas principales es el deterioro de los arrecifes de coral y los pastos marinos, que ya no permiten la entrada de arena como antes.
En comparación, Yucatán presenta más estructuras de protección, pero también un problema de erosión mayor que, según explicó, solo se atiende a mediano plazo.
Turismo, medio ambiente y soluciones
Silva Casarín recordó que las playas no solo son un atractivo turístico, sino también un elemento clave para el equilibrio ecológico. Sin embargo, lamentó que aún existan proyectos hoteleros enfocados únicamente en la rentabilidad a corto plazo.
Como medida emergente, sugirió que los bancos de arena podrían utilizarse temporalmente, aunque advirtió que no son ilimitados. Para una solución duradera, la clave está en la restauración de corales y el fortalecimiento de ecosistemas marinos.
“Una playa es un bien común que mantiene muchos servicios para todos, y cualquier intervención debe considerar que no genere problemas a terceros”, concluyó.