Un retrato desaparecido de Madame Kitty, conocida como la Mata Hari de los nazis, fue descubierto por casualidad en Berlín tras permanecer extraviado durante más de 80 años.
Asimismo, la pintura, atribuida a un artista desconocido de apellido Fuchs, muestra a la célebre dueña de un salón de citas.
La mujer, durante el Tercer Reich, se convirtió en pieza clave del espionaje alemán.

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El misterioso retrato de la Mata Hari alemana
Además, el hallazgo fue confirmado por el coleccionista Urs Brunner y la historiadora Julia Schrammel, autores del libro Kitty’s Salon.
Ambos habían seguido durante años la pista del cuadro, hasta que una mujer berlinesa los contactó tras reconocerlo en una antigua compra de anticuario.
También y de acuerdo con los investigadores, entre 1939 y 1942, el salón de Madame Kitty en el corazón de Berlín era utilizado para espiar a diplomáticos, oficiales nazis y corresponsales extranjeros, sin que ellos lo supieran.

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Un personaje entre el mito y la historia
Brunner aseguró que el cuadro será donado a un museo para su conservación.
Los expertos planean analizar la obra para determinar su autenticidad y fecha exacta.
Finalmente, Madame Kitty, considerada una figura ambigua de la Segunda Guerra Mundial, fue vista como una Mata Hari moderna: una mujer astuta, seductora y oportunista, que supo sobrevivir en tiempos convulsos.