Le cambió de nombre al Departamento de Defensa y ahora es Departamento de Guerra; aun así ¡quería el premio Nobel de la paz! Ahora declara la guerra contra Nigeria, país con petróleo y tierras raras. “Si atacamos, será rápido, feroz y dulce” escribió el orate.
Total, en 1973 recibió el premio Henry Kissinger, patrocinador de golpes de Estado en América Latina, como Pinochet en Chile, la Junta Militar en Argentina y otros regímenes militares represores de derechos humanos en AL y otras partes del mundo.
Hace unos días ordenó al Pentágono “comenzar de inmediato” las pruebas de armas nucleares, después de más de tres décadas que dejaron de realizarse. Está desesperado y es un peligro para el mundo.
Trump cree que la economía de guerra va a sacar de la profunda crisis económica estructural que padece Estados Unidos, que ya está desplazado de primera y única potencia mundial, a una más de las nuevas potencias mundiales, junto con China, Rusia e India, lo cual viene a reconfigurar el ajedrez mundial establecido después de la segunda guerra mundial.
ONU, en crisis irreversible
Las instituciones que se crearon para operar ese nuevo orden establecido, encabezadas por la ONU, OEA, OTAN, Unicef, FMI, BM, entre otras, también sufren desgaste irreversible, ya sin credibilidad en las últimas décadas.
Lo mismo pasa con la Unión Europea, que ha sido una región perdedora con la irrupción de Trump, quien no se ha cansado de burlarse de los presidentes europeos y humillarlos, como al francés Macron, al inglés Starmer, al ex canadiense Justin Trudeau y al actual, Mark Carney.
De pronto, la Unión Europea evidenció su vulnerabilidad ante Estados Unidos, país al que le entregó su sistema de defensa a través de la OTAN que solo defiende los intereses de EUA e, incluso, podría iniciar la guerra contra la propia Europa, con armas compradas con su propio dinero, pero entregadas a la OTAN junto con las decisiones soberanas.
Así que Europa hoy debate internamente qué hacer, ante la definición abierta de EUA, no como un aliado, sino como competidor y hasta como enemigo; ahora, Trump se maneja con los líderes europeos como un jefe, no como iguales; Europa traga los sapos que ha criado en las últimas décadas.
Guerra contra Nigeria
La última amenaza de guerra del “pelos de zanahoria” es desatar la guerra contra Nigeria, estratégico país de África occidental con más de 220 millones de habitantes, inventando otra especie de “terroristas”. Acusa a este país de ejercer violencia contra los cristianos, cargo que Nigeria ha negado reiteradamente.
Una vez más, lo que hace Trump es inventar alguna acusación para justificar la guerra, como lo hace en América Latina y en cualquier parte del mundo. Por supuesto, Nigeria tiene grandes reservas de petróleo y tierras raras, además, se ha pronunciado como una próxima economía BRICS.
Vivimos los coletazos del monstruo herido a muerte; los más peligrosos. La impotencia de la gran potencia, cuya muerte aun será lenta; como generación quizá ya no lo veremos, pero es inminente la decadencia del imperio de Estados Unidos. Usted tiene la última palabra.

