CICY advierte serios riesgos en la península.
Según CICY, la expansión de la mancha urbana además del turismo intensivo ponen en jaque la salud de la Cuenca de la península de Yucatán. Credit: Especial

Las ciudades de Quintana Roo están creciendo sin una planeación estructurada ni un equilibrio entre su capacidad económica y los límites de los recursos naturales, advirtió el investigador Adán Caballero Vázquez, de la Unidad de Ciencias del Agua del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).

El CICY alerta sobre el mal manejo del agua en la península

Asimismo, el catedrático señaló que, aunque la Cuenca de la península de Yucatán aún cuenta con agua suficiente, el problema radica en el mal manejo del recurso.

Además, explicó que el modelo urbano actual utiliza el agua una sola vez y la desecha, sin sistemas eficientes de tratamiento o reutilización, lo que interrumpe el ciclo natural de recarga del acuífero.

“La capacidad instalada para el manejo de aguas residuales es pésima”, afirmó. Este esquema, dijo, reduce la disponibilidad futura y presiona un sistema que ya muestra signos de saturación.

También, Caballero Vázquez advirtió que los planes de desarrollo urbano no se diseñan con base en la capacidad real de los servicios, lo que provoca un crecimiento desmedido y desordenado que reparte el recurso entre un número cada vez mayor de habitantes.

Estimó que el estrés hídrico podría manifestarse entre 2030 y 2050, dependiendo de la intensidad y frecuencia de los periodos de sequía.

Presión sobre la franja costera y riesgo para el acuífero

El investigador alertó además sobre la presión en la franja costera entre Puerto Morelos y Tulum, uno de los principales puntos de recarga del acuífero estatal. Consideró necesario establecer una reserva hidrobiológica en la zona, ya que el cambio de uso de suelo reduce la infiltración y compromete el equilibrio del sistema hídrico.

El uso intensivo del agua para actividades turísticas, la construcción y la expansión urbana ha disminuido los tiempos de limpieza natural del acuífero, lo que profundiza la vulnerabilidad del recurso. A ello se suma el rezago en infraestructura básica.

La Secretaría Municipal de Ecología y Desarrollo Urbano de Cancún reconoce al menos 50 desarrollos habitacionales sin conexión al drenaje sanitario, aunque organizaciones civiles estiman más de 150 fraccionamientos en esa condición.

Rezago, contaminación y pérdida del equilibrio ambiental

Esta falta de conexión al sistema de tratamiento refleja un rezago acumulado de varias administraciones y se traduce en contaminación del manto freático y afectación a los ecosistemas costeros.

“Para otorgar permisos de construcción se deben aplicar medidas precautorias en zonas de recarga; no se puede llenar de edificios sin revisar la capacidad de los servicios”, señaló Caballero Vázquez.

Finalmente, el especialista sostuvo que el discurso del desarrollo sustentable en Quintana Roo contrasta con la realidad: expansión inmobiliaria acelerada, turismo intensivo y deficiencias en drenaje y tratamiento de aguas residuales, lo que convierte a los acuíferos —la principal fuente de agua dulce del estado— en el punto más vulnerable del modelo económico.