9N, disculpa sin justicia, memorial sin memoria
La disculpa pública ofrecida por el secretario de Gobierno, Pablo Gutiérrez Fernández, a nombre del ayuntamiento de Benito Juárez por la represión del 9N, fue todo menos pública, menos disculpa y menos reparación.
En lugar de reconocer con claridad los hechos, nombrar responsables y asumir consecuencias, el funcionario optó por un discurso tibio, lleno de evasivas y frases burocráticas. La exigencia de las víctimas era simple: verdad, justicia y dignidad. Lo que recibieron fue un acto protocolario que ni siquiera mencionó el motivo del agravio.
La colocación de una placa con errores ortográficos y en un sitio poco visible es una metáfora del trato institucional: superficial, desmemoriado y sin voluntad real de reparación. Amnistía Internacional lo dejó claro: sin sanciones, sin justicia, no hay disculpa que valga.
El 9N no se resuelve con monumentos ni con garantías de no repetición que nadie vigila. Se resuelve con procesos judiciales, con castigos, con memoria viva. ¿Será?
José María Morelos: el Cabildo que legisla a conveniencia
Han pasado 11 días desde que por decisión del presidente municipal Erik Borges Yam se eliminó -una vez más-, el punto relativo a la toma de protesta del regidor por Movimiento Ciudadano, Francisco Puc Cen -Xiximac-. Esto es una muestra clara de cómo se manipula el poder en el municipio de José María Morelos. A pesar de contar con la absolución judicial, la validación del Ieqroo y más de un mes para resolver, el Cabildo optó por aplazar lo inevitable, violando derechos político-electorales y el principio de legalidad.
Sustituir la restitución de un cargo por una reforma constitucional es una maniobra burda que revela el desprecio por el debido proceso. No hay argumento jurídico que justifique esta omisión, sólo intereses políticos disfrazados de “análisis”.
La ley no es opcional ni negociable, y cada día que se posterga la toma de protesta se acumulan pruebas de una administración que legisla a conveniencia. ¿Hasta cuándo se permitirá que el poder municipal pisotee la justicia con impunidad? ¿Será?
Cenotes en riesgo, la negligencia también contamina
La advertencia del biólogo Roberto Rojo no es nueva, pero sí cada vez más urgente: los asentamientos irregulares están envenenando el corazón hídrico de la península de Yucatán.
En Playa del Carmen, la falta de drenaje, la mancha urbana y la ausencia de políticas públicas han convertido al suelo kárstico en un colador de aguas negras, lixiviados y residuos que terminan en los cenotes, cavernas y ríos subterráneos. El acuífero, que debería ser protegido como un tesoro, es tratado como un basurero invisible.
La omisión institucional es criminal. No hay actualización del reglamento ambiental en más de una década, no hay campañas efectivas de sensibilización, y mucho menos voluntad política para ordenar el crecimiento urbano. Mientras tanto, la biodiversidad se extingue bajo tierra y el agua que bebemos se contamina gota a gota. ¿Cuántos colapsos ecológicos más se necesitan para que los Gobiernos actúen con responsabilidad? ¿O acaso ya decidieron que el turismo vale más que el subsuelo que lo sostiene? ¿Será?

