El primer beso podría tener un origen mucho más antiguo del que se pensaba. Científicos encontraron pruebas que sugieren que los besos se remontan a 21 millones de años.
Además hallaron que los simios, y probablemente los neandertales, ya realizaban ese contacto labial, según una investigación de la Universidad de Oxford, publicada este miércoles.
Un comportamiento antiguo en la evolución
La investigación, dirigida por científicos de la Universidad de Oxford, fue publicada en la revista Evolution and Human Behaviour.
"Esta es la primera vez que alguien adopta una perspectiva evolutiva amplia para examinar los besos", dijo la coautora Matilda Brindle, bióloga evolutiva de la Universidad de Oxford.
"Nuestros resultados se suman a un creciente conjunto de estudios que destacan la notable diversidad de comportamientos sexuales que exhiben nuestros primos primates", añadió Brindle.
El primer beso como rasgo ancestral en primates
Los besos han representado durante mucho tiempo un enigma evolutivo para los científicos, ya que parecen conllevar altos riesgos, como la transmisión de enfermedades, sin presentar ventajas reproductivas evidentes.
Los científicos han descubierto que los neandertales “probablemente también tenían la costumbre de besarse”.



