El sargazo: el desafío ambiental más grave para el Caribe Mexicano
Aunque la temporada 2025 concluyó, las enormes cantidades de sargazo que siguen llegando al Caribe Mexicano confirman que el fenómeno se ha convertido en el problema ambiental más severo de la región.
La infraestructura disponible resulta insuficiente para manejar los volúmenes actuales, pese a los esfuerzos del gobierno y diversas organizaciones, advirtió Adán Caballero Vázquez, investigador de la Unidad de Ciencias del Agua del CICY.
Una crisis que rebasa esfuerzos locales
Caballero Vázquez advirtió que el enfoque municipal resulta limitado:
“El asunto no es local. Si bien un ayuntamiento hace un esfuerzo, no es suficiente; hay que trabajar de manera conjunta.”
El especialista destacó la necesidad de integrar otras zonas críticas como la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an y Xcalak, además de ampliar la vigilancia y coordinación para lograr reducciones significativas en la llegada de la macroalga. Subrayó que se requieren acciones regionales, no aisladas.
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Contaminación y temperaturas extremas agravan la llegada de sargazo
El investigador explicó que uno de los factores más urgentes es detener el vertimiento de nutrientes al mar, ya que esta contaminación alimenta el crecimiento del sargazo. A ello se suma el aumento sostenido de la temperatura oceánica:
“Mantener temperaturas del agua por encima de los 30 grados durante varios meses o días del año es grave para la supervivencia de los arrecifes de coral, especialmente cuando se combina con la contaminación del agua.”
Dicha combinación impulsa la proliferación de la macroalga y acelera el deterioro marino.

Pérdida acelerada de pastos marinos y biodiversidad
Otro efecto crítico es la disminución de pastos marinos. Caballero Vázquez citó Isla Contoy como ejemplo, donde prácticamente han desaparecido. Esta pérdida, dijo, se relaciona directamente con la disminución en la calidad del agua y causa la desaparición de la biodiversidad asociada a estos ecosistemas.
Impacto acumulado y deterioro ecosistémico: un problema creciente
Aunque 2025 fue un año intenso de recale, el especialista sostuvo que el verdadero desafío radica en la acumulación histórica del sargazo y su impacto residual, que se suman a un deterioro ecosistémico generalizado. Esta situación requiere una escala de intervención mucho más amplia que la actual.
A ello se suma la falta de presupuesto para investigación, un factor que limita la creación de soluciones efectivas.
La investigación científica, clave para una respuesta real
Caballero Vázquez aseguró que solo mediante investigación será posible desarrollar herramientas sólidas para enfrentar el problema:
“Solo con investigación podremos tener elementos sólidos que permitan respuestas resolutivas al problema del sargazo.”
Dijo que la ciencia permitirá avanzar en el aprovechamiento del sargazo, así como en mecanismos para reducir su capacidad reproductiva y su impacto en los ecosistemas.
Un proyecto integral y de largo plazo, aún pendiente
El especialista advirtió sobre la necesidad urgente de un proyecto integral y continuo, enfocado en la difusión, generación y aplicación del conocimiento científico, más allá de gestiones políticas o foros internacionales.
“Ya son muchos años haciendo lo mismo y con pocos avances”, concluyó.

