Mara Lezama: liderazgo sostenido en aprobación ciudadana
La encuesta Mitofsky de noviembre confirmó nuevamente a Mara Lezama Espinosa como la gobernadora mejor evaluada del país, consolidando un liderazgo que se ha mantenido firme durante el último año.
Con diez primeros lugares en trece mediciones, la mandataria de Quintana Roo demuestra consistencia y respaldo ciudadano, superando incluso a otras gobernadoras con altos niveles de aprobación.
Su capacidad para conservar el primer sitio con porcentajes superiores al promedio nacional refleja no solo estabilidad política, sino también confianza en su gestión.
En un contexto donde varios estados enfrentan descensos en la percepción de sus gobiernos, Quintana Roo se posiciona como referente de aprobación y continuidad. ¿Será?
Coordinación internacional contra la explotación infantil
La detención en Puerto Morelos de un presunto operador de pornografía infantil, gracias a una alerta emitida desde Europa, refleja el valor de la cooperación internacional y el compromiso de las autoridades mexicanas en la defensa de los derechos de la niñez.
La Fiscalía General del Estado, en coordinación con la FGR y la Unidad Cibernética de Alemania, logró desmantelar una red que utilizaba perfiles falsos para intercambiar material ilícito, asegurando dispositivos con pruebas contundentes.
Este caso, que se suma a siete detenciones en Quintana Roo durante 2025, demuestra que la justicia avanza y que la vigilancia digital puede convertirse en una herramienta poderosa para combatir delitos que dañan profundamente a la sociedad.
La expectativa es que estas acciones se traduzcan en sentencias ejemplares y en un entorno más seguro para las familias. ¿Será?
Credencialización sin cifras, transparencia cuestionada
Aunque Jorge Sanén Cervantes insiste en que la credencialización de Morena en Cancún se desarrolla de manera ordenada y transparente, la falta de datos concretos sobre el avance real del proceso genera más dudas que certezas.
Hablar de una meta de 250 mil militantes sin ofrecer cifras verificables abre la puerta a la opacidad y al uso político de un padrón que debería ser público y confiable.
La narrativa de participación creciente contrasta con la ausencia de información oficial que permita evaluar si realmente se está consolidando una estructura sólida o si se trata de un discurso para legitimar al partido sin rendir cuentas.
La credencialización debería ser un ejercicio de claridad y confianza, pero hasta ahora parece más un recurso propagandístico que un mecanismo de fortalecimiento democrático. ¿Será?

