El caso ocurrido en Liverpool durante la celebración del título de liga del Liverpool FC llegó a su desenlace judicial: Paul Doyle fue sentenciado a 21 años y medio de prisión.
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Liverpool: una sentencia ejemplar por violencia extrema
Doyle arrolló deliberadamente a una multitud, dejando 134 personas heridas, entre ellas menores de edad, en uno de los episodios más graves registrados en la ciudad en tiempos recientes.
El tribunal penal de Liverpool consideró probado que el acusado utilizó su vehículo como un arma, actuando con pleno conocimiento del riesgo que representaba para los asistentes al desfile.
Durante la audiencia, el juez Andrew Menary subrayó que Doyle “perdió el control en un arrebato de ira” y que tuvo múltiples oportunidades para detenerse, pero optó por continuar avanzando entre peatones. El fallo descartó desde el inicio cualquier motivación terrorista y se centró en la intencionalidad del ataque.
Las declaraciones de las víctimas, leídas ante el tribunal, describieron lesiones físicas, secuelas psicológicas y episodios persistentes de ansiedad. Cerca de 50 personas requirieron hospitalización tras los hechos ocurridos el 26 de mayo.
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Antecedentes, admisión de culpa y cierre del caso
Aunque Doyle enfrentaba la posibilidad de cadena perpetua, el juez consideró que no había reincidido en delitos graves en décadas, pese a contar con antecedentes violentos en su juventud.
El acusado terminó por declararse culpable de 31 cargos, incluido el intento de causar lesiones graves.
Imágenes difundidas durante el juicio mostraron al conductor gritando e insultando a los peatones.
Finalmente, un ciudadano logró detener el vehículo, poniendo fin al ataque y permitiendo su arresto inmediato.
