El flamenco americano, en Cozumel.
El flamenco americano, en Cozumel.

Un bioindicador clave de conservación en los humedales de Laguna Colombia

La presencia constante del Flamenco Americano (Phoenicopterus ruber) en los humedales del Parque Ecoturístico Punta Sur, en Cozumel, se ha consolidado como un indicador del buen estado de conservación del ecosistema.

Asimismo, es resultado del trabajo permanente de protección, monitoreo y manejo ambiental que realiza la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC).

Reconocido por su distintivo plumaje rojizo, el flamenco no solo destaca por su belleza, sino por su papel clave en el equilibrio ecológico de los humedales, donde su presencia refleja condiciones óptimas de alimentación, resguardo y calidad ambiental.

Laguna Colombia: un refugio natural para el flamenco

La Laguna Colombia, ubicada dentro de Punta Sur, es un Área Natural Protegida que ha sido resguardada de forma permanente por la FPMC.

Las condiciones de este sitio explican la presencia recurrente de flamencos, tanto de manera individual como en grupos que superan los 30 ejemplares.

Desde que Punta Sur fue decretada Área Natural Protegida en 1996, comenzaron a registrarse avistamientos de flamencos.

A partir del año 2000, se documentaron individuos anillados, y tras la recategorización del sitio en 2011 como Parque Ecológico Estatal Laguna Colombia, los esfuerzos de monitoreo se fortalecieron de forma sistemática.

Monitoreo científico y trabajo interinstitucional

El director del área, Jesús Benavides Andrade, explicó que el seguimiento se realiza en coordinación con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el gobierno estatal y diversas organizaciones no gubernamentales.

Este esfuerzo forma parte de un programa con más de 25 años de trabajo en México.

Este se enfoca en el anillamiento del Flamenco Americano, una herramienta clave para conocer sus rutas migratorias, dispersión y dinámica poblacional.

Flamencos identificados en Punta Sur

En el sitio se han identificado ejemplares mediante combinaciones únicas de anillos, como DLAS, DHHT, HZTN, ABBB y DXZZ.

Este último ha generado especial interés, ya que fue registrado por primera vez en el año 2000 y ha sido observado de forma recurrente desde entonces, confirmando su preferencia por este humedal.

Los registros recientes son reportados por la FPMC a Flamenco Lab, una iniciativa de ciencia ciudadana coordinada por la Fundación Pedro y Elena Hernández A. C., que contribuye al conocimiento regional e internacional de la especie.

Tecnología y conservación: drones para monitoreo no invasivo

Aunque el Flamenco Americano es considerado un residente invernal, en Punta Sur se han documentado avistamientos durante distintos meses del año.

El personal del parque emplea drones y técnicas innovadoras de monitoreo, lo que permite realizar censos y conteos poblacionales de manera no invasiva, bajo estrictos protocolos de conservación.

Las imágenes obtenidas han permitido observar el comportamiento cooperativo de alimentación, en el que los flamencos remueven el sustrato en busca de pequeños crustáceos y microalgas, favoreciendo la aireación del suelo, el ciclo de nutrientes y la biodiversidad del ecosistema lagunar.

El flamenco como bioindicador ambiental

Especialistas de la FPMC destacan que el Flamenco Americano funciona como un bioindicador natural, ya que su comportamiento y permanencia reflejan la salud del humedal.

El monitoreo continuo permite, además, detectar cambios ambientales de manera oportuna y reforzar estrategias de conservación.

Conservación y desarrollo sustentable en Cozumel

La directora general de la FPMC, Juanita Alonso Marrufo, subrayó que, en línea con el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, impulsado por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, en Cozumel se promueve un crecimiento que genera bienestar, pero de forma sustentable y sostenible, protegiendo el patrimonio natural para las futuras generaciones.

Con este trabajo, la FPMC consolida al Parque Ecoturístico Punta Sur como un sitio de alta importancia ecológica, reafirmando su compromiso con la conservación, la investigación científica y la protección de especies emblemáticas como el Flamenco Americano.