El Kennedy Center, uno de los recintos culturales más emblemáticos de Estados Unidos, atraviesa una fuerte controversia luego de que varios artistas anunciaran la cancelación de sus presentaciones tras el cambio de nombre de la institución a Trump-Kennedy Center, decisión impulsada por su nueva junta directiva, integrada por aliados del presidente Donald Trump.
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Kennedy Center, arte y tensiones políticas
Las cancelaciones se registraron a pocos días del cierre de año y han generado un intenso debate sobre la politización de la cultura en Washington. Músicos y compañías artísticas argumentan que el cambio afecta los valores históricos del recinto y el sentido de inclusión que lo caracterizaba.
Richard Grenell, presidente del Kennedy Center, reaccionó con dureza y acusó a los artistas de protagonizar un “boicot ideológico”.
En mensajes difundidos en la red social X, los calificó de “activistas” y aseguró que habían sido contratados por la anterior administración, a la que tildó de “extrema izquierda”.
Incluso, Grenell amenazó con acciones legales contra el músico Chuck Redd, a quien exigió una compensación de un millón de dólares por cancelar su actuación, según revelaron medios estadounidenses.
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Cancelaciones, críticas y caída en ventas
El grupo de jazz The Cookers explicó que su decisión responde a principios artísticos. “El jazz nació de la lucha por la libertad de pensamiento y expresión”, señalaron en un comunicado.
En la misma línea, la compañía Doug Varone and Dancers canceló su presentación prevista para 2026, al considerar que el recinto perdió su carácter plural.
La familia de John F. Kennedy y sectores de la oposición demócrata rechazaron el cambio de nombre.
Además, la nueva dirección del Kennedy Center eliminó espectáculos de drag y eventos de la comunidad LGBT+, mientras promueve actos religiosos conservadores. Según la prensa local, la venta de boletos ha disminuido desde el relevo administrativo.
