El paradisíaco Caribe Mexicano ofrece a los expertos luces
sobre el desarrollo humano, el paleoambiente y la megafauna
de hace ocho mil a 13 mil años de antig├╝edad.
Hasta 1999, en la Península de Yucatán solo se habían hallado
evidencias de asentamientos de hace 11 mil años, en la Cueva de Loltún, donde se hallaron restos de un gonfoterio, animal extinto parecido al elefante; y en Kabah, con herramientas líticas. Asimismo, en Belice y Guatemala había referencias de poblaciones que habían cruzado estos territorios en su camino hacia el centro del continente.
Sin embargo, en las últimas dos décadas, de la mano de la
arqueología prehistórica y la paleontología subacuática, los
expertos han explorado la red de cenotes y cuevas sumergidas de Tulum, las más grandes del mundo, y han podido configurar un panorama fidedigno del paisaje, la biodiversidad y la vida humana en la región, al final del Pleistoceno.
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En los ramales de los ríos subterráneos Sac Actun y Ox Bel Ha, de 307 y 235 kilómetros de longitud, respectivamente, se ha recuperado una decena de esqueletos de hombres y mujeres prehistóricos, y una variedad única de animales extintos, señaló la maestra Carmen Rojas Sandoval, investigadora del Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH).
Los restos óseos se encontraron inalterados en cenotes y cuevas sumergidas, a profundidades solo aptas para espeleobuceos experimentados, esto indica que hace diez mil años, el nivel del agua se ubicaba 65 metros debajo del actual, y que animales y seres humanos se internaron en estas cavidades cuando estaban secas.
Tras dos décadas de estudio, los científicos no dudan que a
Tulum llegó una sola oleada migratoria hace casi 14 mil años
y persistió al menos cuatro mil 500 años.
“Esta población ya estaba adaptada a distintos ecosistemas: bosques, pastizales y manglares. Eso explica la gran variabilidad en la talla de los cuerpos. Asimismo, en los individuos se observan adaptaciones al calor y la humedad del Caribe mexicano, como es la baja estatura. Si bien la cacería fue importante para los primeros pobladores de Tulum, los vegetales, frutas y semillas conformaron la mayor parte de
su dieta”, apuntó la especialista.
Con información de redacción