REINO UNIDO.- Un nacimiento prematuro nunca es fácil y mucho menos en tiempos de pandemia. La incertidumbre de lo que pueda pasar parece agudizarse con el hecho de saber que, en un hospital, son mayores los riesgos de que madre e hijo contraigan el nuevo coronavirus.
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En medio de este contexto, en diciembre de 2020, Sheree Murray y Robert Edwards vivieron uno de los momentos más angustiantes de su vida, pues el parto de su pequeño se adelantó 15 semanas y, al nacer, su corazón no respondía.
“No pudieron encontrar su latido, pensé que había perdido a mi hijo primogénito. ¡Fue tan aterrador!”, relató Edwards al ‘Dailymail’.
Finalmente, tras 40 minutos de reanimación el bebé reaccionó y los médicos del Hospital General de Burnley procedieron a llevarlo a una incubadora.
Aunque el pequeño Archi Edwards nació con bajo peso, 765 gramos, parecía recuperarse satisfactoriamente. Hasta que, cinco semanas después, contrajo una infección producto de la bacteria E. coli que desencadenó una sepsis.
Además, durante los estudios que le realizaron descubrieron que Archi había dado positivo para coronavirus. Por lo que fue trasladado rápidamente a una Unidad de Cuidados Intensivos donde fue conectado a un ventilador.
“Cuando nos dijeron que tenía covid pensamos que iba a ser su final, fue el momento más aterrador de nuestras vidas”, relató el padre.
Entre otras cosas, porque ni él ni su esposa podían ver a su hijo, pues se encontraba aislado.
De acuerdo con el ‘Dailymail’, los especialistas creen que Archi se contagió cuando su madre tenía 25 semanas de gestación, lo que lo cataloga como uno de los pacientes covid más pequeños.
Pero, afortunadamente, el bebé logró salir adelante y actualmente se recupera en una UCI.
Con información de: Agencias