Por Elisa Rodríguez
CANCÚN, Q. Roo.- Los ferrocarriles del Tren Maya solo tienen sentido si cruzan por zonas urbanas como Cancún, Mérida o Villahermosa, dijo el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en un foro en la cámara de diputados.
En dichos tramos urbanos, destinados principalmente para el turista, conviene hacer pasajes cortos, mientras que en los tramos para carga deben ser largos, expuso.
Propone también incluir a la población y actividades distintas al turismo en la planeación y destino de la obra, a fin de aumentar el aforo y la rentabilidad del proyecto.
Un obstáculo tiene que ver con la tenencia de la tierra, pues aproximadamente 56% de la superficie de los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo es propiedad social y está compuesta por más de siete millones de hectáreas. Por ello que propone asegurarse de contar con derecho de vía en todos los tramos antes de iniciar la obra.
Una de las preocupaciones que subraya el instituto es la cuestión ambiental, pues la ruta se encontrará con 49 zonas arqueológicas, 15 áreas naturales protegidas federales, 20 más de competencia estatal, 24 humedales reconocidos como sitios Ramsar y 24 destinadas voluntariamente a la conservación.
Por ello, exhorta a cuidar dichas zonas y a hacer los estudios de impacto ambiental antes que destruir biodiversidad que no se puede reemplazar.
En cuanto a transparencia expuso: “Asumir prácticas de transparencia en la obra pública desde la etapa de planeación y precontratación; la información del proyecto debe de concentrarse en una sola plataforma electrónica, pública y actualizada; los datos deberán de cumplir lo establecido por el Estándar de Datos en Contrataciones Abiertas.
Además, en las contrataciones “asegurarse de que los procesos obedezcan a los principios de transparencia, competencia e integridad de los procedimientos establecidos en la legislación federal”.
Apunta el organismo que uno de cad diez megaproyectos son exitosos. La mayoría de veces, los problemas derivan de los sobrecostos y retrasos.