Luego de un año de escasez y pasillos solitarios en el Mercado de Artesanías de la Ciudadela debido a la pandemia de Covid-19, los locatarios por fin tienen la esperanza de que su situación mejore, pues poco a poco turistas locales y extranjeros se ven de nuevo en las instalaciones.
Bajo las coloridas lonas del mercado se observan piezas únicas realizadas por las manos de artesanos mexicanos, tales como alebrijes, repujados, catrinas, máscaras, cuadros y cabezas tzotziles cubiertas con chaquiraÔǪ es un lugar donde el folclore mexicano confluye en la Ciudad de México.
En un recorrido realizado por este diario, se constató que tanto clientes como artesanos utilizan cubrebocas en todo momento, además de que a la entrada del mercado se toma la temperatura del cliente.
Juan Alberto Barranco, presidente de la Unión de Artesanos y Similares de la República Mexicana A.C, señaló que en marzo pasado el mercado reaperturó, pero era poca la afluencia del turismo; fue durante las vacaciones de Semana Santa que comenzaron a llegar más clientes.
“En marzo nos dieron luz verde, estuvo muy complicado porque no teníamos nada de turismo, ni local o internacional, hasta las vacaciones de Semana Santa siento que levantó un poquito, porque empezaron a llegar extranjeros, quienes realmente nos hacen el fuerte, el local también, pero al final el extranjero compra el recuerdo”, dijo.
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Artesanos utilizan ahorros de su vida para subsistir
Sobre el impacto de la pandemia de coronavirus, Barranco externó que ésta los obligó a cerrar tres meses, sin apoyo alguno de las autoridades para sobrellevar el impacto de la contingencia sanitaria, pues quien les proporcionó apoyó fue la iniciativa privada.
Puntualizó que “la pandemia nos hizo cerrar 100 días, poco más de tres meses, no recibimos apoyo de parte del Gobierno, ni de la alcaldía, pero sí recibimos apoyos por dependencias privadas, recibimos despensas bien dotadas”, dijo.
Añadió que ante el cierre del mercado algunos artesanos regresaron a sus estados para trabajar en el campo y enfrentar la pandemia con sus ahorros, mientras los de la ciudad optaron por buscar otro empleo; otros enfrentaron la emergencia sanitaria con los ahorros de su vida.
Señaló que “la mayoría somos de diferentes estados, entonces regresamos a nuestras entidades a trabajar en el campo y sobrepasar con los ahorros que teníamos, es lo que la mayoría hizo, los de la ciudad buscaron empleo, otros tenían sus ahorritos y ahí lo fueron administrando”, dijo.
Por su parte, Mauro Rangel García, artesano de repujado, destacó a este diario que “durante cuatro meses vivimos de ahorros, lo que teníamos guardado, porque el gobierno nunca nos apoyó, con lo que teníamos guardado fue con lo que sobrevivimos y de poquito en poquito para poder sobrevivir”.
Información de 24 Horas México