Por Ricardo Hernández
CANCÚN, Q. Roo.- Activistas, académicos y ciudadanos hicieron este martes una invitación a participar en el seminario sobre el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) 2018-2021 de Benito Juárez que se celebrará el próximo sábado en la Universidad del Caribe.
La iniciativa ciudadana nace con el objetivo de dar a conocer a detalle el PDU de Cancún, distrito por distrito, que se propuso en los últimos días de la administración de Remberto Estrada y que no se publicó en el Periódico Oficial del estado a causa de una orden del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), que pidió rehacer el plan.
“El seminario iniciará con una explicación de todos los distritos. Habrán 22 mesas en toda la biblioteca de la universidad para que ir a cada uno de los distritos que corresponde y alguien le explique cuál es la idea que está plasmada del PDU”, dijo Juan Pablo Estrello.
Además, acudirán especialistas para dar charlas, entre ellos Christine McCoy, del área de Economía e Impacto Social de la Unicaribe; el urbanista Carlos Veloz Avilés, quien es miembro fundador y delegado estatal en Quintana Roo del Colegio de Urbanistas; Susana Enríquez Domínguez y Juan Pablo Estrello.
“El propósito es que participemos, todos somos ciudadanos, todos vivimos aquí”, dijo Emilio Reyner Portes Gil, otro de los presentes en la rueda de prensa.
El grupo aboga por el derecho a la ciudad, un concepto que se forjó en los 60 en Europa como reivindicación de una urbe digna, mismo que en el siglo XXI fue incorporado a la Constitución de la Ciudad de México.
“Una zona urbana mal planeada conduce al deterioro. Son precursores de violencia las casas tan pequeñas, tan mal planeadas, conducen a la inmovilidad, a la falta de comunicación. Entonces, (queremos) incidir en un modelo en el que podamos participar todos para crear un instrumento de gestión urbana, acorde a la dinámica que queremos respecto al medio ambiente, las leyes y con respecto a nosotros mismos y la ciudad en la que queremos vivir”, advirtió.
El polémico plan rector permitía redensificar hasta ocho veces el primer cuadro de Cancún, así como albergar giros comerciales como oficinas profesionales o públicas y despachos.
Los cambios contemplaban la reducción del área mínima de lotes habitacionales de 300 metros cuadrados a solo 108. Esto es, que en cada lote actual, podrán construirse tres viviendas con un frente mínimo de seis metros, sobredensificando la construcción al reducir restricciones del frente, atrás y desapareciendo la restricción lateral, lo que implica pegar una casa a otra y reducir los pasillos.
También se permitía hacer una vivienda por cada 40 metros cuadrados de predio, lo que significan ocho en un lote de 300 metros cuadrados (lo que actualmente miden) con cuatro niveles de altura, medidas que se asemejan a lo estipulado para la construcción de casas de interés social.
En caso de que se dispusiera de un lote de cinco mil metros cuadrados, por ejemplo, se podrían autorizar edificaciones de hasta diez niveles, esto porque el nuevo plan también permitía la fusión de predios.