Por Geovanny Zapata
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- La declaración de Tihosuco como Zona de Monumentos Históricos, conlleva un gran impacto social, cultural y económico, ya que potencializa la preservación de la riqueza del lugar, mismo que posee una arquitectura colonial.

Guillermo Velázquez Ramírez, antropólogo e investigador, señaló que es uno de los sitios más antiguos y trascendentales de Quintana Roo, que vio surgir la Guerra de Castas.

“Tihosuco es uno de los lugares donde la cultura, tradiciones, usos y costumbres mayas se encuentran”, enfatizó.

Se encuentra ubicado en la zona oeste del estado, muy cerca de los límites con Yucatán; tiene una altitud de 30 metros sobre el nivel del mar.

Según el Censo de Población y Vivienda de 2010, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la zona habitan 4 mil 994 personas.

PROYECTAN LA ZONA MAYA

La diputada Gabriela Angulo Sauri, presidenta de la Comisión de Turismo y Asuntos Internacionales, comentó que esa declaración dignificará a la zona maya y abrirá las puertas a nueva inversión en beneficio de sus ciudadanos.

Tras dos años de impulso y lograr el aval de la XV Legislatura del Congreso del estado, el Diario Oficial de la Federación (DOF) decretó establecer un área de 0.331 kilómetros cuadrados como Zona de Monumentos Históricos en la localidad de Tihosuco, en Felipe Carrillo Puerto.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, realizó el nombramiento por medio de un decreto, en el cual mencionó que era de utilidad pública la investigación, protección y recuperación de los monumentos y zonas históricas.

La legisladora declaró que dicha propuesta fue un legado de la Comisión de Turismo del Congreso local para la zona maya de Quintana Roo.

Dijo que la declaración detonará la localidad y ayudará de manera directa a los artesanos para que comercialicen sus productos.

LA GUERRA DE CASTAS

Velázquez Ramírez comentó que, desde la época del virreinato de la nueva España, Tihosuco fue un lugar que contaba con muchos hacendados y encomendados.

El desarrollo social que tuvo se manifestó aun después de la Independencia de México en 1821, presenciando la Guerra de Castas en 1847, misma que surgió por diferentes motivos.

Aprovechando la experiencia bélica y las armas que habían acopiado en las continuas batallas que Yucatán sostuvo con el Ejército del gobierno centralista de México (que buscaba la reunificación de la Península), planearon el movimiento rebelde tres líderes indígenas: Manuel Antonio Ay, cacique de Chichimilá; Cecilio Chi, cacique de Tepich; y Jacinto Pat, hacendado y cacique de Tihosuco.

Primeramente, éstos se dedicaron a hacer proselitismo entre los naturales de los demás pueblos. Descubierto en sus maniobras, Manuel Antonio Ay fue aprehendido, procesado, condenado a muerte y ejecutado en la Plaza de Santa Ana en la ciudad de Valladolid, el 26 de julio de 1847.

En vista de tales acontecimientos, los otros jefes de la rebelión anticiparon su estallido. Cecilio Chi tomó Tepich, donde dio muerte a todos los vecinos de raza blanca, salvándose solamente uno, que fue a Tihosuco a dar cuenta del hecho. La guerra había comenzado.

Explicó que uno de los motivos más notables fue que la clase dominante de los peninsulares españoles, junto con los criollos, tenía a la maya dominada; ésta última se rebeló por contar con un lugar preponderante entre la sociedad.

CONTRASTE

El investigador explicó que toda noticia viene con sus ventajas y desventajas de la mano.

Por un lado, esto refuerza la lengua maya, la cultura y sus tradiciones.

“Yo creo que eso también merece ser reconocido, y al ser declarado una Zona de Monumentos Históricos se le da la importancia que debe”, expresó.

Indicó que potencialmente también les ayudaría para el desarrollo turístico, lo que los pudiera convertir en receptores de visitantes nacionales y extranjeros que llegarían a conocer el sitio y la historia que engloba.

Resaltó que socialmente les aportaría un reforzamiento de su propia cultura, además se generarían fuentes de empleo, evitando con ello la fuga de jóvenes de la zona.

“La población está siendo atraída para ir a trabajar a los grandes centros turísticos como son Tulum, Playa del Carmen y Cancún; sin embargo, ahora la gente se quedaría aquí”, destacó.

Por otra parte, aseveró que pese a que se hace la declaratoria, ésta no viene con un proyecto de presupuesto para apoyar a las familias.

“Debió llegar con un recurso ya establecido para que conserven y mantengan los edificios en buenas condiciones”, reclamó Velázquez Ramírez.

Dichos requerimientos deben ser previamente elaborados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que marca claramente que los monumentos declarados históricos deben de ser restaurados, reconstruidos, mantenidos con la misma apariencia y los materiales originales.

Aludió que esto sale muy caro para los habitantes de la localidad. “La zona es sumamente pobre, está desprotegida, y yo creo que debería de ser complementada con proyectos e inversión”, finalizó.

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