MÉXICO.- A nivel nacional, la Secretaría de Salud realizó un estudio a 17 mil 267 personas y se reveló que el 26 por ciento dejó de consumir tabaco; 8.6 alcohol y 59.9 drogas ilegales.
En los últimos 12 meses, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) realizó el estudio en las 17 mil 267 personas, de las cuales 10 mil 677 fueron mujeres y seis mil 413 hombres, con edad promedio de 40 años; sin embargo, el los resultados se identificó que el estrés y la preocupación fueron las emociones más comunes en los estudiados, por lo que los trastornos de depresión mayor y ansiedad se situaron en los primeros lugares de demanda de atención por problemas de salud mental.
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Y por otra parte, también se detectó que durante el periodo de aislamiento de la pandemia disminuyó la ingesta de bebidas alcohólicas a 26.7 por ciento; 16.8 por ciento, tabaco y 1.5 por ciento en drogas ilegales. Además, se registró un incremento de violencia intrafamiliar, pues el maltrato económico aumentó 11.4 por ciento; el psicológico 9.4 por ciento; negligencia y abandono 3.1 por ciento y 2.6 por ciento de violencia física.
Este año en conjunto con autoridades de México y organismos internacionales, como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) se lanzó una campaña con el lema “Hablemos de drogas”, que tiene como objetivo reforzar la acción y cooperación para lograr el objetivo de un mundo libre del uso indebido de estupefacientes.
El año pasado, a través del Informe Mundial sobre Drogas brindado por la UNODC, destacó o el consumo de drogas va en aumento, tanto en términos de números generales, como de la proporción de la población mundial que usa drogas.
Detalló que en 2009, los 210 millones de usuarios estimados representaban el 4.8 por ciento de la población mundial de entre 15 y 64 años, en comparación con los 269 millones de usuarios estimados en 2018, o el 5.3 por ciento de la población.
Además, indicó que los mercados de drogas se vuelven cada vez más complejos, pues a sustancias de origen vegetal como el cannabis, la cocaína y heroína se han unido cientos de estupefacientes sintéticas, muchos de los cuales no están bajo control internacional.
También hay un rápido incremento en el uso no médico de medicinas.