Las recientes protestas en Cuba, que se han replicado en forma de marchas en otros países de América y Europa, piden el fin de un régimen político heredado de la lucha revolucionaria en la isla (1953-1959). Esa lucha comenzó hace 68 años, y el festejo por su inicio, ayer, no fue un grito unánime de júbilo, como entonces, sino un concierto de voces que incluyen la disidencia y el reclamo de justicia y libertad.
Llega el simbólico 26 de julio dos semanas después de las inéditas marchas en la islaÔǪ y otros países; la situación divide a las naciones
En la nación, dos realidades. El presidente Miguel Díaz-Canel conmemoró el 26 de julio con un llamado a la paz, al trabajo y a la unidad del país. Realizó labores voluntarias con jóvenes simpatizantes, la escena fue limpia, ordenada, sin reclamos. “Es bueno estar con la gente, estar con el pueblo y estar en las raíces”, dijo el presidente de 61 años de edad, refería el diario Granma.
La víspera se recuerda el asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, encabezado en 1953 por Fidel Castro, y con lo que dio inicio la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista.
En los barrios de La Habana se realizaron pequeñas conmemoraciones con asistencia limitada por la creciente ola de casos de Covid-19, que al cierre del lunes sumó 8 mil 853 nuevos casos y 80 fallecimientos en 24 horas, una de las cifras más altas desde que se detonó la pandemia.
A la sombra de los tímidos festejos, una nación vigilada en extremo, según los testimonios de los personajes de la disidencia. Sin manifestaciones.
“Le tienen tanto miedo a la gente que son capaces de gastarse los pocos recursos que le quedan a la nación para vigilar cada calle y reprimir todo intento de protesta”, tuiteó la periodista de la resistencia Yoani Sánchez.
La oposición criticaba a Díaz-Canel, también primer secretario del Partido Comunista, quien realizó trabajo agrícola con unos 100 jóvenes en Fontanar, un barrio de las afueras de La Habana. “Las imágenes resultantes están a medio camino entre el espectáculo patético y la puesta en escena indignante”, agregó Sánchez, directora del diario 14ymedio.
“Los jóvenes desean mejorar sus condiciones de vida y no encuentran una salida inmediata”, opinó el general en retiro Fabián Escalante, jefe de la inteligencia cubana durante la Guerra Fría, en un artículo publicado el lunes en Cubadebate, “existe un sector poblacional joven, despolitizado, por nuestro ineficiente trabajo político y patriótico, que no comprende la necesidad de la resistencia a las políticas imperiales”.
Con información de agencias
Presionan países por más libertad
Una veintena de países se unieron al Gobierno de Estados Unidos para instar a Cuba a respetar los derechos civiles y liberar a personas detenidas por las protestas inéditas del 11 de julio en la isla.
Brasil, Colombia y Ecuador se unieron al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un llamado al gobierno comunista para que “respete los derechos y libertades legalmente garantizados del pueblo cubano y libere a los detenidos por ejercer su derecho a las protestas pacíficas”.
Varias personas sancionadas con cárcel la semana pasada -en juicios sumarios-, que habían sido detenidas durante la protesta, fueron sentenciadas finalmente a prisión domiciliaria.
Algunos artistas fueron liberados gracias a que intercedió el Consejo Nacional de las Artes Plásticas.
Algunas ONGs, como Human Rights Watch, aún dan cuenta de más de 700 personas detenidas tras las manifestaciones.
Información de 24 Horas México