Por Ricardo Hernández
Cancún.- Las empresas Steer Davies y PriceWaterhouseCoopers (PwC) serán las encargadas de realizar el plan maestro y los estudios costo-beneficio del Tren Maya. A través de adjudicaciones directas, es decir, sin una licitación pública, ni competencia, las consultoras efectuarán dichas tareas a cambio de unos 90 millones 870 mil pesos -que incluye otro contrato con el despacho de abogados Woodhouse Lorente Ludlow.
“El plan maestro lo está dirigiendo Steer y está integrándose PwC en el estudio”, dijo Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), en su participación en el Congreso Exporail 2019.
Al ser cuestionado por el modo de entrega de los contratos -por adjudicación directa-, el funcionario federal argumentó cuestiones de tiempo y premura de la magna obra, además de alegar que Fonatur tiene flexibilidad para tomar decisiones de ese tipo.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se declaró en disposición de coadyuvar en las tareas necesarias para propulsar el proyecto del Tren Maya.
“Una de las ideas (que al INAH le interesa) es la construcción de pasos de fauna adecuados (ÔǪ) Como subterráneos, para especies menores como los roedores. Primates y murciélagos requerirán, asimismo, de estrategias para su manejo”, informó el instituto mediante un comunicado.
Javier Velázquez, quien funge como vínculo entre el Fonatur e INAH, adujo que hace décadas, con el trazo del citado ferrocarril, de autopistas y carreteras, “se perdió la conectividad” de la fauna, por lo que los animales han estado “aislados” y son constantes las noticias de atropellamientos de algunos de ellos.
A través del ciclo de mesas de análisis: Políticas públicas y cultura, organizado por la Dirección de Estudios Históricos (DEH) y la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), esta semana se trataron dos temas de vital importancia para el emprendimiento del Tren Maya: el impacto que supondrá su trazo sobre la flora y fauna de los territorios de la Península de Yucatán y del estado de Chiapas, y la preservación de un patrimonio que yace oculto, principalmente vestigios de antiguas poblaciones mayas.
El INAH dijo que apoyará en temas como el desarrollo económico de la región, particularmente de las comunidades marginales; conservar y rehabilitar las áreas naturales protegidas de la Península; fomentar la inclusión social y la creación de empleos; fortalecer y diversificar la industria turística de México; promover y preservar las expresiones culturales locales; contribuir al ordenamiento territorial de la región; así como proteger y preservar el patrimonio cultural.