Por Eugenio Pacheco
CHETUMAL, Q. Roo.- La solución para el deficiente servicio de recoja y disposición de la basura en Othón P. Blanco y cualquier municipio de Quintana Roo, es el cobro de una tarifa justa a los ciudadanos de parte de los ayuntamientos, aseguró Pilar Tello Espinoza, presidenta del Consejo Consultivo de la Asociación Interamericana de Ingeniaría Sanitaria y Ambiental.
Consideró que la falta de presupuestos claros y definidos, así como la carencia de una planeación efectiva para la recoja y la disposición final, encarecen estas acciones, que terminan siendo deficientes y de mucho riesgo para el entorno ecológico.
“La participación social se hace necesaria para proteger los mantos freáticos que están a ras de tierra en la zona de Quintana Roo, y se puede apuntalar con la imposición de multas económicas a los particulares o autoridades que no cumplan con las leyes ambientales”, mencionó.
El artículo 115 Constitucional que impone a los ayuntamientos de México la responsabilidad exclusiva del servicio de limpia, ya es obsoleto, y se requiere de la corresponsabilidad de los ciudadanos.
Por un lado, los habitantes de las ciudades para facilitar el manejo del destino final de la basura, implementando procedimientos de separación. Y por el otro, apoyando con el pago de una cuota justa por la recoja, que les permita exigir a las autoridades un servicio eficiente y una disposición final que también garantice que el entorno ecológico sea sano y sin contaminación.
Advirtió que otro tema obsoleto es la mentalidad de los gobiernos municipales que no se atreven a establecer cobros por la recoja de basura, al considerarlo una medida antipopular, que terminaría por restarles votos en los procesos electorales.
Sin embargo, insistió: “Los ciudadanos tienen que pagar por los servicios para exigir que éstos mejoren, y se adquieran tecnologías que no contaminen, esa debe ser la mentalidad actual, cuando los sistemas ecológicos están siendo dañados”.
En un diagnóstico de primera mano, comentó que en Chetumal se puede ver la falta de una planeación integral; además, la escasez de finanzas sanas no permiten atender el problema. Recomendó que dentro del impuesto predial se contemple una parte para el servicio de limpia