Ansu Fati ahora ostentará el número 10 heredado de Lionel Messi en el Barcelona FC, y cabe recordar un poco de la historia que lo llevó a este momento.
Nació en octubre de 2002 en Guinea-Bissau, y a los 6 años se mudó con su familia a la Sierra Sur de Sevilla, concretamente a Herrera: población situada a una hora de la capita andaluza.
¡Qué bien te sienta el 🔟, Ansu! 😍
💫 @ANSUFATI 💙❤️ pic.twitter.com/CILLwt0YwO
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) September 1, 2021
Su padre, quien había sido futbolista en su país, trabajaba en el vertedero municipal.
Ansu Fati jugaba fútbol en la Escuela Peloteros de Herrera. Ahí fue que, a los 7 años, le hicieron su primera ficha como futbolista.
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Conoce a Ansu Fati, heredero del ÔÇÖ10ÔÇÖ de Messi en el Barcelona
Con ese equipo terminó como campeón de su grupo en la categoría prebenjamín y fue subcampeón de toda la Sierra Sur.
Conquistó trofeos como el de Casariche y el Plazuela, y continuó en en Escuela Peloteros durante 3 temporadas más.
El desempeño de Ansu terminó por hacerlo destacar de entre todos los demás, y fue así que el Sevilla FC fijó su atención en él y lo incorporó a su cantera.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Albert Puig, prestigiado entrenador español, convenciera al chico de que su futuro se encontraba sin duda en el club azulgrana.
Ansu inició su carrera en el Bar├ºa de manera precoz, cuando tenía apenas 10 años. El conjunto azulgrana lo fichó junto a Braima, su hermano; ambos provenientes del Sevilla FC.
Una vez en el Barcelona FC, empezó a jugar dentro del Alevín A de Marc Serra. Aunque todos sus compañeros eran un poco mayores que él, no tardó en destacar de nuevo y convertirse en una figura importante de su equipo.
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Junto a su equipo, esta vez se impuso ante el Madrid de Guti y conquistó el prestigioso torneo MIC. A este triunfo le siguió el torneo de alevines de la Liga.
Ansu y su compañero Take Kubo formaron un dúo letal que dió muchas victorias al equipo, que venció al Valencia en la final de la Liga de alevines.
Aunque su carrera no ha estado exenta de tropezones: su progresión se vió frenada cuando la FIFA lo sancionó por un asunto burocrático que le impedía jugar con el Juvenil B por ser menor de 15 años.
También superó una situación complicada cuando sufrió una grave fractura de tibia y peroné que lo mantuvo alrededor de 10 meses sin pisar una cancha,
A pesar de lo anterior, Ansu se supo sobreponer y cuando por fin llegó al Juvenil su carrera despegó con más fuerza que nunca.
A partir de ese momento, la confianza del Barcelona en Ansu no ha hecho más que aumentar, y culminó con el traspaso del manto de responsabilidad que significa el 10 en el histórico club.