Para la primera mitad de 2022 concluirá la restauración del Monumento a Cristóbal Colón, estimó Diego Jáuregui, restaurador de la Coordinación de Conservación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Se trata de cinco esculturas que están en proceso de restauración en instalaciones del INAH: la del navegante genovés y cuatro frailes que participaron en la evangelización de la Nueva España o que intercedieron por Colón para que realizara su travesía.
En entrevista, el especialista explicó que la encomienda es devolverle un aspecto digno, decoroso y apropiado al conjunto escultórico que en octubre de 2020 fue removido de su sitio emblemático en Paseo de la Reforma, para evitar que fuera dañado por manifestantes contrarios a la conmemoración del llamado “Descubrimiento de América”.
Jáuregui precisó que en la restauración participan entre cinco y siete especialistas, y que hay un avance de 75% con dos de los frailes, mientras que la efigie de Colón lleva un 40% de progreso. Los dos frailes restantes tienen entre un 20 y 25% de avance.
Sobre la fecha de entrega, el experto aclaró que no hay un cronograma estricto, ya que el personal del INAH que repara los daños tiene actividades alternas, por lo que sólo se puede estimar que para la primera mitad de 2022 concluyan los tratamientos.
“Lo que sí podemos asegurar es que estas piezas regresarán a su posición en el pedestal, cualquiera que sea la ubicación que tenga en un futuro el monumento. Nosotros no podemos controlar los significados que otorga la gente a los monumentos, éstos son dinámicos porque así es nuestra sociedad y nuestra cultura. Sin embargo, está el deber de protegerlos y procurar su conservación a futuro”, sostuvo el especialista.
Añadió que más allá del personaje y de lo que cada quien piense al respecto, los daños a los monumentos están tipificados como un delito, por lo que el INAH está obligado a su conservación.
Jáuregui detalló que los deterioros son por acumulación de suciedad, capas muy gruesas de grafitis, recubrimientos previos colocados como protección, tales como restos de ceras o barnices que ya formaban capas muy gruesas discontinuas y muy heterogéneas.
“Eso era lo que observábamos en la superficie, mientras que estructuralmente estaban estables las piezas, todas ellas elaboradas en bronce realizadas con la técnica de fundición a la cera perdida. Son huecas y en general la estructura material estaba estable, aunque teníamos unos pequeños faltantes menores que se habían formado al paso del tiempo por su extracción de diferentes elementos”, relató.
PROCEDIMIENTO
“Las pintas de las piezas fueron hechas por grafiteros, las cuales cubrían una importante superficie, incluyendo el pedestal que tuvo el daño más importante”
“Se han realizado diversos tipos de limpieza de polvo y suciedad por métodos mecánico-acuosos; limpieza de grafitis y eliminación de recubrimientos previos”
Diego Jáuregui
Restaurador de la Coordinación de Conservación del INAH