Uñas quebradizas, escamadas... Son muchas las razones por las que puede ocurrir y muchas las mujeres que lo sufren. Descubre estos consejos que te ayudarán.
Uñas quebradizas, escamadas... Son muchas las razones por las que puede ocurrir y muchas las mujeres que lo sufren. Descubre estos consejos que te ayudarán.

Uñas quebradizas, escamadas, débiles, alteración en su color, forma, textura... Son muchas las razones por las que puede ocurrir y muchas las mujeres que lo sufren. Es algo anti-estético, sí, a ti te encantaría tenerlas fuertes, brillantes, perfectas, pero también puede estar anunciando algún problema detrás. Lo primero que tienes que hacer es ir a un dermatólogo para que te haga un diagnóstico y descarte infecciones, afecciones u hongos. No te asustes, quizá el problema venga de causas menores, como por ejemplo, por el contacto (sin protegernos antes) con algunos productos de limpieza como lejías, detergentes u otros.

¿DESCARTADA CUALQUIER DOLENCIA?

Te dejamos los consejos que nos da la firma norteamericana Orly para solucionar el problema. Lo ideal es que pases una temporada con las uñas cortas, que uses guantes al entrar en contacto con sustancias agresivas y evites los ambientes con exceso de humedad.

APUNTA:

  • Apuesta siempre por esmaltes de buena calidad, concretamente los indicados para evitar que aparezcan las tan poco deseadas escamas.
  • Hidrata tus uñas y cutículas todos los días con un buen aceite, mucho mejor si lo tenemos siempre en la mesilla de noche para que así no se nos olvide.
  • Envuelve tus manos en una buena crema y cúbrelas con fil osmótico o guantes de algodón.
  • Masajea tus cutículas y uñas con movimientos circulares para un crecimiento sano y fuerte.
  • Evita lavarte las manos constantemente, con mucha frecuencia, al igual que evitar lugares húmedos para que no se resequen.
  • No te olvides de la alimentación. Son muy importantes los alimentos ricos en grasas buenas como las que contienen el aceite de oliva, el salmón, las nueces o el aguacate, así como en vitamina A (zanahorias, huevos, acelgas) o calcio (leche, brócoli, espinacas, almendras).

Con información de Cosmopolitan.

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