En la parte más baja de su aprobación a niveles inclusive inferiores a Donald Trump, el presidente Joseph Biden realizará otra reunión con México para tratar los mismos temas desahogados en reuniones anteriores y con los mismos argumentos.
Cumbre comercial: Biden con desaprobación peor que Trump
Ni Twitter ni Facebook; llega Truth Social, la nueva red social de Donald Trump
La cumbre del próximo jueves 18 se dará en el escenario del Tratado México-EU-Canadá y dos temas de la agenda son prioritarios: las quejas estadounidenses contra las nuevas reglas estatales en electricidad y petróleo y el multicitado problema de seguridad en la frontera por la presión migratoria centroamericana y caribeña y por el incremento en el tráfico de drogas y la mayor presencia de cárteles mexicanos dentro del territorio estadounidense.
El presidente Biden no ha podido tomarle la medida al presidente López Obrador, cuyo nacionalismo económico y de seguridad fronteriza sigue resistiendo las presiones de la comunidad civil y militar de la seguridad nacional estadounidense.
“Busca Biden reunión presencial con AMLO y Trudeau”
El problema de la Casa Blanca radica en el enfoque unilateral de un país poderoso que carece de la capacidad para negociar con su vecino del sur y el enfoque imperial de exigencia de subordinación. Si no acepta las propuestas mexicanas en materia de migración y seguridad, Estados Unidos tendrá que lidiar con el efecto negativo en su interior de las oleadas de migrantes y del aumento del narcotráfico.
Como no se había visto desde los infaustos días del activismo imperial del embajador reaganiano John Gavin, el nuevo embajador Ken Salazar está usando presiones políticas contra México en materia de inversiones en electricidad, pero sin desahogar los expedientes en los tribunales comerciales.
La cumbre mostrará otra vez que Biden sigue dominado por los intereses geopolíticos de la comunidad de inteligencia y seguridad nacional civil y militar.
Zona Zero
-
La crisis de seguridad en Quintana Roo puede ser un buen laboratorio de análisis y evaluación de debilidades e imposibilidades de la estrategia de seguridad y para mostrar las fallas federales ante conflictos locales. Al final, se trata de un problema de seguridad pública local, pero con repercusiones de seguridad interior por la inestabilidad territorial y de seguridad nacional por los efectos internacionales. El problema de Q. Roo es de la actual administración federal.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
seguridadydefensa@gmail.com
@carlosramirezh
Síguenos en Google News y mantente informado las 24 Horas