No se necesita una bola de cristal para advertir que la consulta sobre revocación de mandato será un notable fracaso no solo por la reducción del número de casillas, sino por el poco interés que despierta entre la ciudadanía no simpatizante de Morena.
En primer lugar, el número de casillas se reducirá de casi 162,000 originalmente planeadas a poco más de 57,000 por la escasez de recursos.
Esta reducción impactará decididamente sobre el número de ciudadanos que participen en el ejercicio, pues para cientos de miles de personas representará un esfuerzo y gasto extraordinario acercarse a un centro de votación.
Desde luego que habrá casillas en centros rurales, pero a Morena le preocupa que en la reconfiguración de la distribución de casillas queden fuera territorios que dominan, sobre todo, los mayormente beneficiados por los programas sociales.
En la redistribución de casillas, el INE enfrentará otro embate del partido presidencial por razones obvias, aunque el criterio del instituto será privilegiar la mayor participación social.
La consulta también pinta para un fracaso porque, a diferencia de lo que ocurre en otros países que han institucionalizado la revocación de mandato, en México ésta no es promovida por la oposición sino por el propio partido en el Gobierno, lo cual es una gigantesca contradicción.
Ocurre además en un momento en el que las encuestas le conceden al titular del poder Ejecutivo una popularidad que no ha tenido ningún otro mandatario mexicano en la historia.
¿Para qué entonces insistir en el gasto inútil de cientos de millones de pesos si de antemano se conoce el resultado?
Como sea, ayer el INE publicó la convocatoria para el ejercicio que se realizará el 10 de abril.
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Por cierto, la convocatoria establece la prohibición para que el Gobierno federal, los partidos políticos, legisladores y gobernadores, realicen la promoción de la consulta.
Así lo establece la ley en la materia y así lo ratificó la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo contradictorio del asunto es que en los próximos días se espera que Morena presente un recurso ante la Suprema Corte impugnando la prohibición cuando fueron ellos mismos quienes impusieron la regla en la redacción de la Ley Federal de Revocación de Mandato.
El tema es que a partir de mañana el presidente López Obrador no podrá presumir sus obras -las que sean- y muy probablemente ni siquiera la magna inauguración del nuevo aeropuerto Felipe ángeles que tiene programados para sus primeros díasÔǪsolo 8 operaciones civiles.
Todas las demás serán militares.
Anuncian AMLO y Mara la transformación de Cancún
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Los quintanarroenses algo debieron hacer muy mal para estar en la disyuntiva de elegir al menos malo como su próximo gobernador.
En una esquina se encuentra Mara Lezama, obra del ni tan niño ni tan verde Jorge Emilio González y en la otra el actor-empresario Roberto Palazuelos, famoso por presumir en televisión sus viajes con los hijos de expresidentes a costa del erario, claro.
Lezama compite por Morena pero es el resultado de una negociación entre Mario Delgado y Jorge Emilio que buscan con ello escriturarle el estado al Verde.
Palazuelos, con patrocinio incierto, fue tendencia ayer en redes en las que se exhibió un fragmento de una entrevista en la que confiesa que se vio involucrado en un hecho en el que murieron dos personas.
Ni a cuál irle.
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