Vienen tiempos de definición para el sindicalismo mexicano.
Plazo de democratización supervisada por EU a sindicatos
Quizá representen la última oportunidad de cambiar, de modernizarse.
De cambiar a lo nunca visto hasta ahora: Democráticos en su vida interna y representar, por fin, los intereses de los trabajadores y cuanto eso significa.
Es mucho:
El principio de todo ello es la elección directa de los dirigentes -secretario general y su comité- por voto secreto, universal y directo.
Posibilidades de destituirlos en asambleas -también por voluntad supervisada por las autoridades- cuando han traicionado a sus bases.
Integración democrática de los pliegos petitorios para revisiones salariales y, sobre todo para la revisión de los contratos colectivos de trabajo.
A estas alturas nadie debiera pelear estos derechos naturales de la base laboral, pero nuestros sistemas políticos -el viejo y el actual- no lo han permitido y menos fomentado.
Hay, sin embargo, vientos de cambio y lo hemos visto en la planta de General Motors en Silao, donde un sindicato independiente arrancó la titularidad a la añosa CTM.
Oficios de la autoridad laboral del país, encarnada por Luisa María Alcalde, ha enviado oficios a varios gremios con un ultimátum.
Les pide responder antes del 28 de febrero y dar programas puntuales sobre los mecanismos que aplicarán para cumplir el convenio comercial con Estados Unidos y Canadá.
Es decir, para ceñirse al tratado comercial de América del Norte, firmado por los tres países en 2018 y bautizado T-MEC por el estadunidense Donald Trump.
¿Qué se les pide?
Informar las fechas en las cuales se realizarán asambleas y elecciones democráticas, principio para avances más importantes como revisiones salariales.
Lo resultante puede verse a la luz reciente:
Tras años de incertidumbre, por fin el sindicato petrolero eligióÔǪ a Ricardo Aldana, tesorero y hombre fuerte del defenestrado Carlos Romero Deschamps.
Tal vez la votación tenga ciertas garantías, pues estará un supervisor estadounidense, el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés).
Pero de dar el siguiente paso, igualar los salarios de México con los de Estados Unidos y Canadá para cumplir con el T-MEC, esperemos siglos.
DELITOS EN ESPERA
Ayer David Colmenares salió a poner las cosas en dimensión.
Los análisis iniciales de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) nunca han sido determinantes de desvíos y corruptelas.
Los 60 mil millones de pesos señalados en su reporte a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados no son definitivos y se empequeñecerán -o diluirá- con las respuestas.
El presidente de la Comisión, Mario Alberto Rodríguez, dará seguimiento y antes de tener las conclusiones habrá otra información:
Se harán consignaciones ante la Fiscalía General de la República de ejercicios anteriores al 2020 para emprender acciones penales.
Es la nueva facultad de la ASF, castigo al cual no tuvieron acceso los auditores anteriores y por eso los Emilio Lozoya, Javier Duarte, Roberto Borge y para qué dar una lista larga.