Entre los múltiples frentes que se abren de manera simultánea durante la invasión rusa en Ucrania, ayer destacaron, por un lado, la visita a Kiev de los jefes de la diplomacia y la cartera de Defensa de Estados Unidos (por primera vez desde que comenzó el conflicto), y la invitación que se envió a Rusia para negociar en Mariúpol la evacuación de más de 100 mil civiles.
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“Nuestras almas están llenas de un odio feroz hacia los invasores y todo lo que han hecho. No dejemos que la rabia nos destruya por dentro”, declaró el presidente Volodímir Zelenski.
Horas antes, en el Vaticano, el papa Francisco renovó ante miles de fieles en la plaza San Pedro su llamado a una tregua con motivo de las festividades.
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Sin embargo, en el terreno, las fuerzas rusas no dan señal de reducir sus ataques tras un lanzamiento de misil en la ciudad sureña de Odesa, que según Ucrania dejó ocho muertos, incluido un bebé. Mientras que cinco civiles murieron y uno resultó herido en Donetsk, difundió el gobernador.
Este domingo, el gobierno ucraniano invitó a Rusia a negociar cerca del complejo industrial de Azovstal de ese puerto estratégico, donde hay atrincherados combatientes y 100 mil civiles ucranianos.
El presidente ruso Vladímir Putin ordenó a sus fuerzas no asaltar la planta, pero los ucranianos aseguran que el complejo es objeto de ataques. Mariúpol es clave en los planes militares de Moscú para forjar un corredor terrestre entre Crimea, bajo ocupación rusa, y el este de Ucrania.
La ONU, en tanto, insistió con una tregua inmediata para permitir la evacuación de las personas atrapadas en esa ciudad, aparentemente controlada casi en su totalidad por el ejército ruso, condición que, a la vez, ha sido desmentida por el mismo Zelenski.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
En compañía de su madre y sus tres hijos, Elena Ivanovna se protege de las bombas en el metro de Járkov, en el este de Ucrania. Hoy ya son casi dos meses que ha dedicado a huir de la guerra.
La noche de la invasión, el 24 de febrero, su familia dormía apaciblemente en el pueblo ucraniano de Lyptsi, a solo 10 kilómetros de la frontera con Rusia. Tomaron lo necesario y, cuando volvió el silencio, subieron a su vehículo para dirigirse a Járkov con el ruido y la luz de explosiones a su alrededor.
Al llegar, la ciudad también se encontraba bajo ataque. Había que buscar refugio.
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Hoy, su familia y muchas otras siguen en el subterráneo pues, aunque la ciudad no es bombardeada de forma masiva, sí es atacada de forma aleatoria a cualquier hora del día y de la noche. Se estima que unas 700 personas siguen viviendo en las estaciones de metro de Járkov.
Gracias a la ayuda humanitaria internacional, niños y adultos pueden estudiar y tomar actividades como teatro, música, marionetas y conciertos. Todo a lo largo del andén de la estación.
Gana liberalismo en voto esloveno
Un candidato liberal novato en política se impuso este domingo en las elecciones de Eslovenia, llevándose 34.5% de los votos y quedando muy por delante del controvertido primer ministro Janez Jansa, de 63 años, que se quedó con el 23.6 por ciento. Este resultado supone una importante derrota para Jansa, omnipresente en la política eslovena desde hace tres décadas, pero que también ha sido criticado, en su país y en la Unión Europea, por copiar el estilo autoritario del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.