Esta boca es mía
Por: Juan M. de Anda
Correo: estabocaesmia20014@gmail.com // Twitter: @JuanMDeAnda
Esta semana será clave para que se puedan aprobar las leyes secundarias de la Guardia Nacional, y si se logran los consensos necesarios entre las diferentes fracciones que conforman el Senado de la República, este mismo martes podrían ser presentadas en la sesión del periodo extraordinario ante el pleno y posteriormente enviarlas a comisiones para su dictaminación.
El tema en el que aún no hay coincidencia entre la bancada de Morena y la oposición es el relativo a la transferencia de 50 mil elementos del Ejército Mexicano y de la Marina a este nuevo cuerpo de seguridad; pues mientras el grupo mayoritario quiere que éstos se integren de manera automática, los demás partidos exigen que sea a través de una solicitud de licencia, ya que de esta manera la Guardia Nacional operaría con elementos que ya no estarían en activo en la milicia.
Donde parece no haber ninguna diferencia es en los derechos laborales, los ascensos y los derechos adquiridos de los miembros de las Fuerzas Armadas que sean incorporados, pues el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, aseguró que éstos están totalmente garantizados.
En cuanto a la participación del Ejército y la Marina en el diseño de las cuatro normas que aún faltan por aprobar (Ley sobre el Uso de la Fuerza, Ley sobre el Registro de Detenidos, Ley Orgánica de la Guardia Nacional y las reformas a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública), el zacatecano asegura que las Fuerzas Armadas han externado sus opiniones de manera sensata y prudente, pero sobre todo han manifestado su respeto absoluto hacia el Poder Legislativo.
Y es que, ante la grave situación de inseguridad y violencia que se vive en buena parte del territorio nacional, es urgente que las leyes secundarias sean aprobadas en consenso y por unanimidad para que la Guardia Nacional pueda operar con toda legitimidad y eficacia.
Nueva tragedia para atender el consumo de drogas
El nuevo enfoque para atender el consumo de drogas en nuestro país, anunciado la semana pasada por el Gobierno federal, reposiciona el tema de la salud y deja de lado la estigmatización para lograr un real tratamiento y rehabilitación de los consumidores, pero sobre todo reubica a la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) como la institución rectora en el tema.
Se trata, sin duda, de una buena estrategia que tiene por objetivo evitar el inicio de consumo a temprana edad, efectuar una detección temprana de quienes inician y atender los diferentes factores de riesgo. Es decir, acciones muy enfocadas en los jóvenes.
Y es que, durante años se dejó de atender esta problemática con el enfoque apropiado; se le dio prioridad a la criminalización de los consumidores, con el consiguiente resultado negativo para la sociedad mexicana, pues de acuerdo a datos oficiales, en la actualidad existen, en México, al menos 2.2 millones de consumidores de alguna sustancia psicoactiva.
Tan sólo en una década, de 2007 a 2017, el número de jóvenes adictos a una droga se disparó de 5.2% a casi 10 puntos porcentuales.
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