Cancún.- Germán Orozco Sarro, presidente del consejo del Grupo Ultramar, es quizá uno de los empresarios que más obstáculos encontró para desarrollar su actividad durante la administración Roberto Borge Angulo, pues es la misma en la que estaba interesado Roberto Borge Martín, padre del ex gobernador.
Hace muchos años tuve el sueño de un ferry turístico, hicimos el diseño del ferry e invertí un millón de dólares en la compra de los motores y turbinas, pero llegó el borgismo y se acabó todo. Nos quedamos con el diseño, con los motores y con el sueño.
Las cosas se complicaron aún más, debido a que otra naviera, cuya propiedad se atribuye a la familia Borge, denominada Barcos Caribe, entró a competir. “Nos clausuraron nuestras taquillas y tomamos la decisión de posponer el sueño”, expresa.
De acuerdo con los planes, el ferry turístico “tendría capacidad para 700 personas y desarrollaría una velocidad de 40 y tantos nudos, una locura de nave, pero para emprender algo así debes tener estabilidad económica y, si no la tienes, debes ser muy cuidadoso”.
Otro de sus sueños, el acuataxi en la Laguna Nichupté, ya está avanzado. En septiembre próximo se deben terminar seis barcos y se emprenderá la remodelación de dos, a fin de que este mismo año o a principios de 2020 empiecen a prestar servicio.
El muelle estaría pegado a Tajamar, pero no forma parte de esos terrenos ni de la sentencia judicial contra ese proyecto. Las otras terminales estarían en los kilómetros 9 y 15 de la Zona Hotelera.
No habrá impacto en el lecho de la laguna. En cada barco se invierten cuatro millones de dólares y tendría capacidad para 280 pasajeros, lo mismo turistas que locales. El reto es hacerlo económico para el trabajador y que el turista pague lo que debe pagar, señala.
Es un proyecto muy difícil, sostiene. Normalmente el gobierno subsidia este tipo de proyectos, como ocurre en Nueva York, pero aquí nos la estamos rifando nosotros y creemos que vamos a cambiar la forma de vivir del cancunense y de recorrerlo de los turistas.
Aunque no está definida la tarifa, explica que para el y trabajador podría ser de entre 25 y 30 pesos, aunque es un servicio de transporte que cuesta normalmente 8 dólares. Tardará 14 minutos del kilómetro cero al 15.
Por último, explica que los retos de Cancún y Quintana Roo siguen siendo el de la seguridad y el sargazo. “Son temas complicados y a todos nos han pegado”.
Con información de INFOQROO