Si te has imaginado alguna vez poder comer en el cielo, al aire libre y sin ser en un avión, debes saber que ya es posible gracias a CuliAir Skydining, un restaurante montado en un globo aerostático. Esta idea ofrece una cena cocinada en el aire por un reputado chef, además pudiéndose disfrutar durante una hora y media observando los paisajes de Países Bajos.


Este restaurante es único en el mundo y su cabeza pensante ha sido la chef Angélique Schmeinck, a quien la idea se le ocurrió en 2003. Ella se imaginaba poder cocinar alta gastronomía mientras estaba montada en un globo aerostático en las alturas. Además quería utilizar este medio de transporte como un horno de calor radiante donde cocinar, aprovechando el aire caliente que sale de él.

¿Cómo se puede cocinar en un globo aerostático?

Y su idea se llevó a cabo, ya que era factible. El globo tiene 10.000 metros cúbicos de volumen y 50 metros de altura y estas medidas le permiten funcionar como un horno de convección. Además, en el propio habitáculo se llegan a alcanzar los 100ºC de temperatura interna y por eso se puede cocinar a fuego lento.

El procedimiento es bastante rudimentario, hay un sistema de poleas que suben los platos preparados en forma de cestas a la parte superior del globo y allí son horneados. Tras esto, bajan y se les da el último toque, como la salsa o poner las verduras que acompañan al alimento principal.

¿Qué menús ofrecen?

Para calcular la temperatura a la que está el globo, hay unos sensores con los que se guía el chef para saber cuánto tiempo deben permanecer los platos en el horno improvisado. Las comidas son variadas, al igual que el itinerario que se quiera realizar. Los menús son: Langosta escocesa; vieras a la francesa; lubina con espárragos verdes y crema de zanahoria y pollo con champiñones, espárragos blancos, mayonesa y pistachos. Y no podían faltar los postres, como una mousse de chocolate y fruta de la pasión.

Precio, aforo y mejor época para ir

Este restaurante solo está en Países Bajos y está abierto todo el año, aunque depende de las condiciones climáticas, obviamente. Por eso, la mejor época es desde mayo a septiembre. Puedes ir solo o acompañado, con un aforo de entre seis a 10 personas. La duración del trayecto es de una hora y media (unos 30 km) y llega a los 400 metros de altura. Y el precio, unos 435 euros por comensal.