Durante los tres últimos años el sector logístico ha ido creciendo considerablemente su importancia, sobre todo en zonas en las que las importaciones asiáticas eran una realidad que quedó paralizada ante la falta de suministro, sobre todo de electrónicas. En ese contexto, las decisiones han ido por la vía de crear una serie de canales que sirvieran para que la cadena de suministro llegara desde otra vía, garantizando así que las piezas y productos llegaban a destino.
Y, en ese sentido, México ha acertado plenamente al acoger entre sus fronteras una serie de fábricas que han llegado para ser capaces de crear el producto in situ para luego canalizarlo, a través de las redes y corredores logísticos, con camiones por todo el continente americano.
De hecho, hoy en día es más importante tener la capacidad de monitorizar los vehículos que el coste que se sufraga en combustible para hacer las rutas.
¿Por qué? Lo primero que hay que tener en cuenta es que la llegada de estas fábricas ha supuesto todo un reto para el transporte por tierra, que ha tenido que dar un paso al frente modernizando y automatizando algunos de sus procesos de cara a mejorar las operativas, tiempos y costes.
Así, la idea de tener más info que se registra vía cabina ha servido para usar la mejor parte del big data a nivel corporativo y crear una serie de procedimientos que garanticen la seguridad - solo en México este año ha habido una incidencia del 27% de camiones implicados en accidentes - y también la rentabilidad de las nuevas rutas que se están firmando tanto con Norteamérica como con Sudamérica.
La monitorización vía GPS ha sido clave para mejorar toda esta operativa que, gracias a los hubs logísticos, cada día rueda mejor y permite cadenas de suministro más estables.
Conocer la ubicación y las condiciones en las que se está transportando la carga de forma ininterrumpida, incluso cuando los vehículos transitan por zonas de menos cobertura o a nivel internacional, permite a las empresas conocer dónde están los camiones y evitar que transiten con los remolques vacíos. “Con la cantidad de contratos que se firman, gracias a las logísticas que son capaces de unificar destinos, se puede llevar siempre el camión lleno y evitar gastar combustible, trabajo y esfuerzo con cargas vacías” explican.
Además, puesto que toda la información se registra vía nube, la información que se deriva desde las cabinas sirve para traducirse en datos que, gracias a las nuevas formaciones en big data, se interpretan para mejorar la forma en la que plantear los trayectos tanto internos como externos.
“México está en pleno crecimiento no solo de logística sino económico y de empleo. Las posibilidades de convertirse en un referente en el continente están dando sus frutos gracias a la modernización de sectores como el agrícola, ganadero y transporte, que permite, gracias a los corredores logísticos, almacenar lo necesario para ponerlo en marcha tan pronto se llenan los camiones. Así, se entrega en tiempo record cualquier producto producido o fabricado a este lado de la frontera” explican desde el sector económico, que prevén que el crecimiento para este año supere el 3%.
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