El tráfico y el consumo de drogas sintéticas y el tráfico de armas, así como la violencia que generan son un grave problema entre México y Estados Unidos, reconoció la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
Durante la reunión bilateral México- Estados Unidos destacó que el país vecino tiene un complicado problema de salud pública y aseguró que México está combatiendo a los cárteles del crimen organizado que lucran con la venta de droga y se abastecen con dinero y armas de alto poder.
También te puede interesar: EU confirma la producción de fentanilo en México
Además, resaltó que en México el presidente López Obrador dirige todos los días, a las 6 de la mañana, el Gabinete de Seguridad, donde se analiza la problemática del tráfico de metanfetaminas y fentanilo y el tráfico de armas de alto poder.
“De ese nivel es la importancia que en mi país se le da al tema. Por eso podemos asegurar que México no fabrica precursores químicos, vienen de Asia”, dijo.
“México tampoco fabrica armas de alto poder, pero en México, mi México, padecemos la violencia originada por el tráfico de drogas sintéticas y el poderío del fuego de las armas ilícitas”, agregó.
Durante su discurso Rosa Icela sostuvo que ante este panorama México y EU buscan una solución conjunta.
Agregó que el Estado Mexicano está dispuesto a la cooperación con Estados Unidos para erradicar la pandemia del fentanilo.
“Hoy queremos tejer la estrategia coordinada para proteger a nuestras poblaciones. Lo que constituye un reforzamiento del Entendimiento Bicentenario”, resaltó.
Desde Washington puntualizó que se busca aumentar incautaciones de drogas y armas, seguir con la detención de objetivos prioritarios, así como desmantelar sus redes financieras; debilitar la capacidad y cadenas de suministro del crimen organizado.
Por si te lo perdiste: Llega Ebrard a Washington para hablar sobre fentanilo y tráfico de armas
Por ello, se busca compartir información para reducir el tráfico de armas y municiones, pero al mismo tiempo bajar el consumo de drogas sintéticas; también frenar el tráfico ilegal de precursores químicos y fortalecer su control y la aplicación de sanciones.
De igual forma, se pretende instalar una campaña binacional preventiva que muestre lo que hacen ambas naciones y que puedan juntas combatir este flagelo.