Si te gusta la gastronomía de Oriente Medio, es muy probable que ya lo conozcas pero, si aún no sabes qué es y cómo se usa esta deliciosa crema, puede que quieras saber más sobre ella e incluirla en tu dieta.

 

¿Qué es el tahini?

El tahini es una pasta de sésamo o ajonjolí, también conocida como tahina, tahine o incluso como crema de sésamo. Para conseguir esta pasta cremosa se utilizan semillas de sésamo, que provienen de las vainas secas de la planta sesamum indicum y existen en toda una gama de colores, que incluyen negro, tostado, dorado y marrón.

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Esta pasta de sésamo es un alimento muy completo a nivel nutricional. En primer lugar, es rico en ácidos grasos esenciales como omega 6 y omega 9, grasas monosaturadas y polisaturadas que se consideran saludables. Sin embargo, no se debe consumir en exceso, ya que es muy calórico aunque sea muy nutritivo.

 

También es rico en proteínas de origen vegetal y es una gran fuente de vitaminas, especialmente las del grupo B. Destaca además por su aporte de minerales como hierro, magnesio, zinc y fósforo, aunque es especialmente rico en calcio, pudiendo ser el beneficio de su consumo equiparable al de la leche, por lo que es beneficioso para la salud de los huesos. Es ideal para reducir el colesterol por su contenido en fitoesteroles y contribuye a mejorar la salud cardiovascular.

 

Sin duda, el uso más popular que tiene este nutricional ingrediente es el de condimentar el hummus, una crema de origen oriental hecha principalmente de garbanzos que ha inundado todas las cartas de picoteo y los estantes de los supermercados. También se utiliza para otros dips populares en la cocina oriental, como por ejemplo el baba ganoush, un puré de berenjena de origen árabe perfecto como entrante o guarnición.

 

Si prefieres elaborarla tú mismo en casa, no habrá ningún problema. La receta de tahini es muy sencilla y solo necesita de una buena batidora y un único ingrediente: las semillas de sésamo.

 

El proceso de triturado puede ser un poco más extenso, pero en cuestión de minutos tendrás tu tahini con la consistencia perfecta. De forma opcional y para facilitar su triturado, podemos añadir a la pasta de sésamo una pequeña cantidad de aceite de oliva y/o agua.

Ingredientes

200 gramos de semillas de sésamo

Aceite de oliva (opcional)

Cubrimos una sartén con 200 gramos de semillas de sésamo crudas y las tostamos ligeramente durante 5 minutos a fuego medio, controlando que no se quemen.

Una vez tostadas las semillas de sésamo, las introducimos en un recipiente y las trituramos hasta obtener una especie de harina.

De forma opcional podemos añadir una cucharada pequeña de aceite de oliva o de agua para facilitar la formación de la pasta, aunque no es necesario.

Cuando tenga una consistencia semilíquida y cremosa ya tendremos listo nuestro tahini, Podemos conservarlo en un tarro de cristal con rosca, bien cerrado, en un lugar fresco y seco.