Desde el paraíso de los artistas, Francisco Toledo, Diego Rivera, Frida Kahlo, Rodolfo Morales, Doña Geno, bailaron al ritmo de la banda de música tradicional al lado de las tehuanas y las Chinas Oaxaqueñas, adornadas con sus largas trenzas negras elaboradas en tela. Lucieron incansables ante el júbilo de las personas asistentes.
Sus largos brazos giraron al ritmo de la música y las canastas de flores echaron chispas, luces de colores y cuetes, ante la algarabía de miles de personas que disfrutaron el Desfile de Delegaciones con integrantes de 30 grupos que participarán en la octava de la Guelaguetza 2023.
Los artistas entrañables para Oaxaca y para México reencarnaron en monos de calenda y bailaron jubilosos ante miles que gritaban a todo pulmón: ¡Viva Oaxaca!, ¡Viva la Guelaguetza!
Jubiloso desfile de delegaciones anuncia la octava de la gran fiesta de Oaxaca, la Guelaguetza 2023
Y el corazón se llenó de felicidad y orgullo en el desfile que anuncia la gran fiesta de las 16 etnias y el pueblo afromexicano, con una muestra de música, algarabía, danza y un colorido sin igual de las vestimentas de las preciosas mujeres que vienen a la Verde Antequera desde los pueblos de las ocho regiones de Oaxaca.
El Gobernador Salomón Jara Cruz, la presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, Irma Bolaños Quijano, la Diosa Centéotl Leticia Santiago Guzmán, la titular de la Secretaría de Turismo del Estado de Oaxaca, Saymi Pineda Velasco, así como el funcionariado del Gobierno del Estado encabezaron el alegre y festivo recorrido desde la Fuente de las Ocho Regiones a la Alameda de León.
No hay fiesta más hermosa que esta, resultado de la recuperación del origen indígena y popular de la Guelaguetza, donde los pueblos se abrazan como hermanos y muestran el espíritu ancestral de sus pueblos.
Los hombres enfundados en sus trajes de gala, bailan y logran robar un beso a su pareja entre giros y saltos. Y suenan los versos, y el orgullo de ser oaxaqueño se manifiesta en los intensos colores de las vestimentas, resultado de largos años de historias y saberes, de cosmovisiones del mundo y lenguas que hablan de pueblos guerreros y sabios. Nada se compara a esta fiesta de Oaxaca, aquí también se llora de alegría.
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La chirimía, ese tubo cónico de lengüeta doble, elaborado con madera, es indispensable en las culturas y las fiestas de Oaxaca desde hace cinco siglos. Y ellos encabezaron el desfile porque quienes anuncian los eventos más importantes de nuestros pueblos, como las asambleas, las mayordomías, las bodas, los funerales, las procesiones, las calendas, los cumpleaños.
A las y los oaxaqueños, se les puede definir como mujeres y hombres con alma de artistas, y la música les acompaña desde que nacen hasta que mueren. La chirimía se complementa con el tambor y van por las calles solo atrás de los toritos y las ruedas catarinas.
El público cae rendido, deslumbrado por la belleza de los huipiles de las mujeres de Flor de Piña, más allá, la vista y el alma se regocijan con las notas de la Danza de la Pluma, con los giros de los danzantes coronados con sus penachos de colores, adornados con espejos que representan los planetas y que giran emulando el movimiento de los astros.
A cada tramo el desfile se frenaba cuando niñas y niños, mujeres y hombres de diversas edades corrían a tomarse la foto y a abrazar al Gobernador Salomón Jara, radiante y contento de ser parte de una fiesta sin igual.
Luego los diablos con los cuerpos pintados de rojo, danzando como si la fiesta nunca se fuera a terminar. Se dice que los dioses ancestrales de los pueblos derrocharon todo su espíritu de fiesta, color, amor y arte en Oaxaca, por eso no hay manera de explicar la exuberancia de esta fiesta.
Con información de: 24 Horas Nacional
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