Más allá de estudiar las estrellas, los mayas eran muy abiertos a la sexualidad y la tenían como algo sagrado pues amaban sentir placer, incluso, ellos fueron los primeros en aparentemente crear lo que conocemos hoy como dildos, así lo se asegura Guillermo de Anda, investigador de National Geographic y arqueólogo, tras sus descubrimientos en Yucatán, Quintana Roo y el mundo.
“Los mayas eran humanos como nosotros y practicaban la sexualidad de manera más abierta de como nosotros lo conocemos. Los mayas tenían una cultura muy diferente a la nuestra y rituales en el que hasta sangraban a través del aparato reproductor masculino”, dijo.
Destacó que los mayas sabían muy bien para que servía el sexo y la reproducción, comentó que hubo varios descubrimientos en cuevas, hallaron muchas imágenes fálicas en forma de pene, muchas imágenes de vulvas estalactitas (pechos) y estalagmitas (falos o penes) y describe las cuevas como un encuentro con el cuerpo.
“Las cuevas son sitios que evocan sexualidad y fertilidad por todos lados. Se piensa que la sexualidad es estrictamente solo para la reproducción, pero ellos no lo utilizaban solo para eso, también sentían pasiones, sentían placer, sentían el enamoramiento, habían cosas muy interesantes”, recalcó.
Destacó que han encontrado artefactos en forma de penes y vulvas, pero no se sabe si tuvieron alguna utilidad como ahora se usan los dildos o simplemente era una conmemoración a la vida o del cuerpo. Algunas piezas estaban bien pulidas de la parte de enfrente, pero aún no sabemos si fueron usadas como lo que sabemos que hoy existe”, remarcó.
Rituales, ceremonias y altares
Guillermo de Anda, afirma que en los rituales mayas también había sexo o referencia a la sexualidad, simulaban la penetración clavaban cetros en la tierra para producir lluvia, es decir, un pene está penetrando para fecundar la tierra y así llueva.
Otro de los descubrimientos son los receptáculos de agua sagrada debajo de ciertas formas de pechos que era la forma más sacra de conseguir este elemento para sus ceremonias.
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“Ofrendas de estalagmitas coladas siempre en vertical y esto es interesante, era como una obligación o requisito que estuviera así los penes, simulando la erección”, señaló.
Explicó que en una de las cuevas de Xcaret se descubrió un altar en donde se representaba a un hombre con brazos grandes y un cinturón con lo que parece una cara y abajo un miembro muy prominente, testículos y pene, dijo que esto se manifestaba mucho en las cuevas.
Un ritual que practicaban los mayas y no era nada placentero, era el sagrado del penen, a través de la espina de raya.
“Los mayas al ver la sexualidad como algo sagrado, hacían el sangrado del pene y la masturbación, los mayas lo usaban como ritual para pedir al cielo la lluvia y fertilizar la tierra. La sangre caía en unas vasijas y la vasija con papeles se quemaba y el humo traía señales. Con la espina de raya hacían que el pene sangrara, era metido dentro del pene hasta sangrar”, indicó.
Miembros exuberantes
El investigador asegura que en cada cueva y cada descubrimiento notaron algo muy curioso y relevante, las imágenes y estructuras que estaban plasmadas, los penes eran erectos y grandes, al igual que pechos de las mujeres, grandes y voluptuosas, incluyendo los guerreros, siempre eran dibujados con miembros grandes.
“Esto lo he visto mucho en Uxmal, imágenes de guerreros con el pene enorme y sangrando por las heridas, esto puede ser referencia a que están hinchados los miembros de los hombres por el ritual con la espina de raya, o simplemente les gustaba hacer las cosas exuberantes, muy bien detalladas”, remarcó.
Eran libres
El arqueólogo confirmó que la sexualidad maya se manifestaba de manera más libre de las que se experimentan en esta época, existía la homosexualidad y no era para nada mal vista, aclara que hay evidencia de esto en diferentes grupos de edad en la época prehispánica, que iban a lugares específicos, como las cuevas.
“Lo que hemos detectado es que la mayoría son jóvenes teniendo relaciones sexuales con adultos hombres, la identidad sexual era más fluida y no como ahora, lo que sabemos es que la mayoría de las relaciones eran muy abiertas y muy pocos lo hacían en secreto”, subrayó.
Gerson Pech
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