Por Adrián Trejo
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El próximo 4 de diciembre, ya como Presidente constitucional, Andrés Manuel López Obrador se reunirá con la Conferencia Nacional de Gobernadores.
La reunión será por la tarde en Palacio Nacional.
Esta reunión tiene gran importancia para el futuro de la relación entre el Gobierno federal y los mandatarios estatales, que no comenzó de la mejor manera.
Como recordará, la mayoría de Morena en el Congreso aprobó modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal que permita la figura de los superdelegados en los estados.
Estos superdelegados serán “los representantes del PresidenteÔÇÖÔÇÖ ÔÇôdicho por los senadores de Morena- en las entidades federativas y atenderán asuntos de carácter social hasta la seguridad pública de la que serán responsables dejando como “invitadosÔÇÖÔÇÖ a los gobernadores.
La aprobación de esta reforma provocó que 12 gobernadores del PAN y uno de Movimiento Ciudadano ÔÇôEnrique Alfaro, de Jalisco- protestaran en un desplegado.
Lo que obtuvieron por respuesta fue la amenaza del ínclito Félix Salgado Macedonio de que se aclimataban o desde el Senado “se podría ordenar la desaparición de PoderesÔÇÖÔÇÖ en los estados rebeldes.
También hay tensión estados-Gobierno federal por la situación del presupuesto para el próximo año, ya que han sido advertidos de que desaparecerán algunas partidas con las que contaban.
¿De qué ánimo vendrán los gobernadores del PAN, si acuden a la cita y, sobre todo, serán respaldados por los gobernadores del PRI que ni pío han dicho?
Algo tendrán que negociar porque la figura de los superdelegados ya está en la ley; es más, ayer cuatro senadores de Morena recibieron licencia por tiempo indefinido para ejercer como virreyes ÔÇôy desde luego hacer campaña- en en
tidades en las que ya han perdido una elección.
Como es el caso de Delfina Gómez. A ver.
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Ayer pasó a retiro como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío. Tras 15 años en el máximo tribunal del país, Cossío se despidió en una ceremonia en la que le fue reconocida su trayectoria como un ministro liberal.
El ministro aprovechó su última vez en el estrado para dejar un mensaje sobre el peligro del autoritarismo y del apoderamiento de los órganos del Estado.
“En esta crisis de la democracia que estamos viviendoÔÇÖÔÇÖ, dijo, “¿qué le sucede a la justicia constitucional? Creo que la crisis de la democracia está trastocando la imagen general de la justicia constitucional, y esto me parece peligrosísimo.
“¿Por qué? Porque la democracia, en el apoderamiento de los órganos de Estado, está suponiendo que puede hacerse desde los órganos de Estado lo que venga en gana, porque a final de cuentas se tiene un Gobierno legítimo y mayoritario”.
Ups, ojalá el mensaje haya llegado al destinatario.
Guarde el discurso, con suerte será materia de estudio en 2030.
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En San Lázaro, Palacio Nacional y el Zócalo se afinan los últimos detalles para el cambio de Gobierno.
También los diputados de oposición se preparan para el evento.
Mañana, los legisladores del PAN, la segunda fuerza política del país, se reunirán con su presidente, Marko Cortés, para definir su actuación en el evento.
Los panistas tienen preparadas algunas sorpresas que podrían o no utilizarse dependiendo del comportamiento de sus pares de Morena.
También los hasta ahora grises priistas advirtieron que serán recíprocos con Morena si éstos, al llegar Peña Nieto, lo agreden verbalmente.
Ya se verá hasta dónde llega la transición de terciopelo. O de medio pelo.