Este domingo, Venezuela se encuentra en una encrucijada histórica mientras se lleva a cabo el conteo de votos de la elección presidencial.
Nicolás Maduro, el actual mandatario izquierdista, se enfrenta a la posibilidad de terminar con 25 años de chavismo.
Su rival, Edmundo González Urrutia, representa la oferta de cambio de la oposición y la figura de la popular líder opositora María Corina Machado, quien no pudo postularse debido a una inhabilitación política.
Insta Machado a vigilar escrutinio
Maduro, de 61 años, ocupa el cargo desde 2013, tras ser designado por Hugo Chávez antes de su muerte. Enfrenta a González, de 74 años, en un clima de alta expectativa.
Las mesas de votación cerraron a las 18h00 (22h00 GMT), y Machado instó a sus seguidores a vigilar el escrutinio.
“Queremos pedirle a todos los venezolanos que se queden en sus centros de votación, que estén allí en vigilia. Hemos luchado todos estos años para este día, estos son los minutos cruciales”.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), alineado con el oficialismo, espera a tener una tendencia irreversible para anunciar resultados.
Maduro ha asegurado que respetará los resultados oficiales divulgados por el CNE.
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Alta expectativa
La mayoría de las encuestas favorecen a González, quien se beneficia de la popularidad de Machado en un contexto de crisis económica que ha reducido el PIB en un 80% y ha provocado la migración de más de siete millones de personas, según datos de la ONU. “Estamos preparados para defender hasta el último voto”, afirmó González.
Irregularidades durante comicios en Venezuela
La oposición, que se unió en una coalición contra Maduro después de marginarse de las elecciones de 2018 por considerarlas fraudulentas, enunció irregularidades durante el proceso, incluyendo el arresto de 150 personas relacionadas con la campaña, 37 de ellas en los últimos dos días.
Participación ciudadana
Machado informó que hasta las 13:00 horas locales había votado el 42,1% del padrón electoral, equivalente a unos 9 millones de personas.
Con un padrón electoral de 21 millones de votantes, los expertos estiman que solo 17 millones, aquellos que permanecen en Venezuela, podrían votar.
“Estamos viendo una participación apoteósica y yo me siento muy orgullosa”, dijo Machado tras votar en Caracas.
Posible “baño de sangre” en Venezuela
Maduro describió esta elección como una elección entre “paz o guerra” y advirtió que un triunfo de la oposición podría llevar a un “baño de sangre”, lo que le valió críticas de líderes como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gabriel Boric de Chile. González, por su parte, hizo un llamado a las Fuerzas Armadas para “respetar la decisión de nuestro pueblo”, aunque los militares son un apoyo clave para Maduro.
Observación internacional limitada
En esta elección, una pequeña delegación del Centro Carter está presente, pero no tiene capacidad para una evaluación integral del proceso.
Un panel de cuatro expertos de la ONU también acompaña la votación, pero su informe será confidencial y solo se compartirá con el secretario general Antonio Guterres.
Estados Unidos, que facilitó la elección con un alivio de sanciones impuestas en 2019, hizo un llamado a respetar el “proceso democrático”.
“Estados Unidos está con el pueblo de Venezuela que ha expresado su voz en las históricas elecciones presidenciales de hoy. La voluntad del pueblo venezolano debe ser respetada”, afirmó la vicepresidenta Kamala Harris en la red social X.
Esta elección es crucial para el futuro de Venezuela, y el mundo observa atento a los resultados y las implicaciones que estos tendrán para el país y la región.