Mara Lezama y su equipo llevaron la comunicación social a otro nivel -uno que jamás se había visto en Quintana Roo-, en la semana que el huracán Beryl fijó su trayectoria hacia costas quintanarroenses. La operación mostró la dimensión que áreas antes divorciadas, como la Coordinación General de Comunicación y el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS), pueden alcanzar, en beneficio de la ciudadanía.

Ahora se puede hablar de la exitosa estrategia del gobierno de Mara Lezama, para controlar la comunicación en un momento de crisis, pero antes del paso del huracán por Tulum, pesaba el fantasma de Otis, el meteoro que dañó severamente al puerto de Acapulco y otras localidades de Guerrero, bajo un Gobierno de la 4T.

Así, los ojos de los grandes corporativos mediáticos nacionales estuvieron puestos en Quintana Roo, con sus coberturas alarmistas en la mayoría de los casos, a medida que se acercaba el huracán.

Dos días antes del impacto, a través de redes sociales, el equipo de comunicación de la gobernadora anunció un enlace en vivo, desde el Centro de Mando en Tulum, donde la mandataria dio un informe pormenorizado de las acciones del estado en materia de prevención, pero sobre todo, contactó en vivo a los 11 presidentes municipales, para que reportaran los preparativos; las evacuaciones; el estado de los albergues y en general, todo lo relativo a medidas de protección civil.

El SQCS, aprovechó su estructura, para mantener la televisión y la radio en continua operación, enlazando con las cuentas de redes sociales de la gobernadora, para apoyar en la difusión. Su cobertura en WhatsApp, no dejó espacio para ninguna duda, desde horarios y corridas de barcos, autobuses; servicio de agua y de luz; direcciones de refugios; teléfonos de emergencia, todo al servicio de los medios locales.

Si Mara marcó una diferencia como la primera mujer en gobernar Quintana Roo, también lo hizo al usar la comunicación social para uno de sus fines principales: informar las acciones de un Gobierno, con oportunidad. De ahí en parte el saldo blanco que registró la entidad, resultado al que la población añadió su parte, al permanecer en resguardo.

Las tres mujeres que estuvieron detrás de la estrategia mediática del Gobierno fueron Laura Aguilar, Alma García y Briget Ortega, cada una con experiencia en el sector público y privado. 

La estrategia incluyó la centralización de la información de las secretarías de Estado con la gobernadora, para evitar la desinformación que domina el espectro mediático en caso de emergencia, con rumores y trascendidos.

En lo político, Mara mostró su tacto al dejar que Laura Velázquez Alzúa, la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil, le informara al presidente Andrés Manuel López Obrador, cómo se encontraba Quintana Roo unas horas después del paso de Beryl.

Mara dio una lección del uso de la comunicación social por y para la gente. Poco dejó a los medios locales y nacionales para informar ante la cobertura que hizo. Hasta sus detractores se lo han reconocido. Su talento como comunicadora sin duda fue fundamental; como en sus orígenes en Radio Turquesa, de Gastón Alegre, cuando usó la señal de radio para ayudar a la gente; como en el periódico Novedades de Quintana Roo, en donde le pedía al director editorial en turno apoyarle para conseguir apoyos que ahora, años después, le han devuelto los quintanarroenses con su voto.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *