Los padecimientos cardíacos silenciosos son aquellos que pueden pasar desapercibidos, sin mostrar síntomas evidentes hasta que ya es tarde. Entre ellos, destacan la isquemia silenciosa, el infarto de miocardio silencioso y la fibrilación auricular asintomática. Estos trastornos pueden ser peligrosos, ya que el corazón sufre daños sin que la persona se dé cuenta, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves o incluso la muerte.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Aunque estos padecimientos son silenciosos, existen algunos indicios sutiles que pueden servir como señales de alerta. Estos incluyen:
- Fatiga inexplicable o falta de energía.
- Dificultad para respirar o sensación de falta de aire durante actividades cotidianas.
- Dolor leve o incomodidad en el pecho, el cuello, la mandíbula, el brazo o la espalda que se presentan de manera intermitente.
- Náuseas o malestar digestivo sin causa aparente.
- Mareos o episodios de vértigo.
Cómo prevenir estos padecimientos
Para reducir el riesgo de padecer estos trastornos cardíacos silenciosos, es fundamental adoptar hábitos de vida saludables. Algunas recomendaciones son:
- Mantener una dieta balanceada: rica en frutas, verduras, granos integrales y baja en grasas saturadas.
- Realizar actividad física regularmente: al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana.
- Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
- Controlar el estrés mediante técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
- Realizar chequeos médicos regulares: especialmente si se tiene antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
Además, es crucial prestar atención a los signos tempranos mencionados y consultar con un médico ante cualquier sospecha, ya que la detección temprana puede marcar la diferencia en el manejo y tratamiento de estos padecimientos.
Fuentes:
- Mayo Clinic【9†source】.
- Asian Heart Institute【8†source】.